En el Ministerio de Trabajo ya están cansados de tanto retraso. Ya no valen más excusas porque el compromiso era que el 18 de marzo la reforma de la negociación colectiva estuviera aprobada por empresarios y sindicatos, quedándose el Gobierno al margen de esta negociación, aunque advirtiendo que tenía preparada su reforma si no se ponían de acuerdo.

Pero desde el 18 de marzo, ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, todo han sido excusas. La antepenúltima la celebración de las elecciones autonómicas y locales y la decisión de los agentes sociales de mantenerse al margen. Pero los problemas de fondo persisten, más aún cuando todo parecía encarrilarse, y con el visto bueno de los órganos de decisión de UGT y CC.OO., la junta directiva de la CEOE ha echado por tierra el acuerdo hasta el extremo de que una reunión urgente entre las cúpulas empresariales y sindicales han decidido volver a emplazarse para este jueves.

Y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez ha estallado y ha dicho que antes del día 6 de junio el acuerdo tiene que estar. Si la fecha presiona o no la negociación ya ha dejado de importar al Gobierno, porque necesita como agua de mayo que se cierre cuanto antes esta reforma, o tomar la iniciativa si los agentes sociales son incapaces de ponerse de acuerdo.

La fecha dada por Gómez no es aleatoria. Ese día finaliza el plazo de presentación de enmiendas a la reforma de las pensiones en el Congreso de los Diputados. Y es que hay cruce de temas en ambas reformas: las mutuas de accidentes de trabajo y el absentismo laboral. Así que el ministro ha sido tajante: o llegan a un acuerdo antes del 6 de junio o “el Gobierno legislará”. Por este motivo, el 3 de junio –viernes de Consejo de Ministros- no es descartable que el Gobierno apruebe su reforma si no está la de los agentes sociales. Se agota el tiempo, y “no es posible alargarlo mucho más”, ha sentenciado Gómez, quien ha explicado que de tener que legislar el Gobierno en esta materia, se partiría del punto en que lo han dejado los agentes sociales, buscando el equilibrio entre la flexibilidad interna y el mantenimiento de los derechos de los trabajadores, y apostando por la mediación y el arbitraje para solucionar los conflictos.

El trámite parlamentario de la reforma de las pensiones, por tanto, impone los plazos por lo que la reforma de la negociación colectiva deberá quedar finiquitada la próxima semana sí o sí. Según le han transmitido empresarios y sindicatos, lo único que queda es la redacción del articulado de la reforma, ya que parece estar todo cerrado, y tan solo quedan “detalles no demasiado significativos” por resolver.

Gómez también ha recordado que ya está preparado para comenzar la siguiente reforma pendiente, acordada en el Pacto Social y Económico del pasado febrero. Se trata de la contratación, en la que se prevé la creación de un programa específico de empleo juvenil, la apuesta por el contrato de formación combinado con el empleo y una mejora del contrato en prácticas. El Gobierno confía en alcanzar un rápido y amplio consenso en esta materia.

Reunión a alto nivel

Ante los últimos obstáculos, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, se volverán a reunir hoy mismo para intentar dar el último empujón a la reforma de la negociación colectiva e intentar sellar un pacto antes de la próxima semana.

Tras el visto bueno de la junta directiva de la CEOE este mismo miércoles, no parece que puedan surgir más problemas para sellar el acuerdo. De cambiarse algo de lo que los sindicatos denominan ya “principio de acuerdo”, el propio presidente de la patronal quedaría desautorizado. Pero Rosell tiene la exigencia de su directiva de “concretar más” el principio de acuerdo, después de que la pasada semana descartaran la firma del acuerdo tal y como se encontraba el contenido de la reforma.

Una semana después, los empresarios parecen haber reflexionado y su postura contraria se ha matizado y la idea es que el 3 de junio la negociación haya finalizado, a fin de que ese mismo día el consejo de ministros lo incluya entre los temas. Por lo tanto, la reunión entre Rosell, Toxo y Méndez de este jueves podría suponer el acuerdo definitivo y la finalización del proceso.