Wall Street sufría con la caída del petróleo, pero la victoria de Trump para suprimir el ObamaCare dio alas a los índices, que recuperaron el pulso.

El gráfico intradiario del S&P 500 nos revela claramente dónde estuvo el punto de inflexión de la jornada:

No estaba gustando nada que el crudo West Texas llegara a los 47 dólares por barril, pero la votación en la Cámara de Representantes para derogar el sistema sanitario puesto en marcha por Barack Obama parece que sentó bien a los índices.

Es algo que desde la Europa de sistemas sanitarios públicos no terminamos de comprender, pero al otro lado del charco se valora especialmente que la salud de los ciudadanos le cueste lo menos posible al Estado, sin importar nada más que el dinero.

Desde esta perspectiva, derogar el ObamaCare es una gran noticia ya que prevé asistencia universal y cuesta dinero a las arcas públicas. Un dinero que Trump quiere ‘liberar’ para atender otros compromisos a su juicio más importantes, como la construcción del muro con México.

En el primer intento tuvo que retirar la propuesta antes de su votación a la vista de que no tenia aoyos suficientes, pero en cuento los ha tenido no ha perdido un segundo y ha hecho votar la propuesta de inmediato.

Ya veremos qué pasa ahora en el Senado, donde la mayoría republicana es mucho menos holgada. En la Cámara de Representantes muchos republicanos han seguido resistiéndose a obedecer los deseos de Trump.

Volviendo al mercado, este factor ha sido decisivo para que los índices volvieran a sus niveles de inicio de la sesión, pero no ha sido suficiente para devolver un poco de optimismo al mercado, que sigue gris plomizo. Los valores a la baja han superado por holgada mayoría a los valores al alza, tanto en el Nyse como en el Nasdaq, reflejando que no tienen nada claro el inmediato futuro.

Al cierre, el Dow Jones bajó un 0,03%, el S&P 500 avanzó un 0,06%, el Nasdaq 100 un 0,02%, el Nasdaq Composite un 0,05%, el Nyse Composite un 0,04% y el Russell 2000 se dejó un 0,15%.