“Hemos vuelto a la plaza y te necesitamos. La policía se retira”. Así acababa el desalojo policial de la Plaça Catalunya para “limpiar la plaza» en una operación que se saldó con 121 heridos, seis de los cuales han tenido que recibir asistencia en centros sanitarios, entre ellos un Mosso d´Esquadra. Asimismo se habrían producido dos detenciones.

Unos trescientos Mossos d´Esquadra rodearon a primera hora de la mañana la plaça Catalunya para desalojar temporalmente para permitir que los servicios de limpieza del Ayuntamiento higienizara la plaza. Los acampados colgaron en internet un mensaje alertando de su inminente desalojo y reclamando apoyos a los concentrados. Numerosas personas atendieron esta llamada para ofrecer una resistencia pasiva. La tensión entre los Mossos y los indignados fue creciendo y poco antes del mediodía el cuerpo policial empezó a cargar contra los concentrados cuando estos trataban de impedir la salida de los camiones de limpieza cargados del material que habían recogido en la plaza, produciéndose diversos disparos. Los concentrados se habían sentado delante de los camiones, con las manos arriba. La mayoría tenía una actitud pacífica, pero un pequeño grupo empezaron a increpar a la policía catalana, al tiempo que reclamaban a los participantes de la sentada una “resistencia hasta las últimas consecuencias”. En este momento los Mossos han recibido la orden de cargar.

El portavoz del Govern, Frances Homs, negó que se estuviera desalojando la zona y ha justificado la actuación para limpiar la plaza por seguridad de cara a posibles celebraciones en la plaza en caso de que el Barça gane el sábado la Champions y aseguró, como así sucedió, que “los indignados podrán volver a la plaza cuando esté limpia”.