A las Bolsas europeas les llueven las bofetadas desde el otro lado del Atlántico. Por si no teníamos poco con Trump, las cosas se ponen tensas en Brasil.

El asunto de las filtraciones a los rusos y de las presiones al ex director del FBI tiene muy debilitado a Trump, disparado al euro y preocupadas a las Bolsas europeas. Pero como a perro flaco todo son pulgas, la tensión en Brasil ha subido otros cuantos enteros alcanzar las investigaciones por corrupción a su flamante nuevo presidente, Michel Temer.

Es un segundo foco de tensión en un lugar que perjudica mucho los intereses europeos. Recordemos la apuesta de muchas empresas europeas, no solo españolas, por abrirse paso en el prometedor mercado brasileño, considerado no hace tiempo el de mayor potencial en el mundo.

Allí están presentes todos los gigantes industriales europeos y la inestabiidad no es precisamente la mejor fórmula para cuidar de sus intereses. Da la sensación de que Brasil ha perdido un poco el rumbo en los últimos años y muchas empresas a este lado del charco necesitan que lo recupere.

En el caso español, es notable la presencia del Santander, para Telefónica y para la mayor parte de las empresas ‘contratistas’, constructoras, energéticas, industriales, que tienen mucho negocio adjudicado allí.

Eso sí, al llegar los precios a las zonas técnicas más relevantes coincidiendo con la apertura en Wall Street hemos asistido a un espectacular cambio de sentido que aunque no nos ha llevado muy lejos sí ha dejado buenas sensaciones.

Éste es el gráfico del Ibex y en él se aprecia muy claramente cómo la línea trazada puede tener una importancia capital en el inmediato futiuro. Hoy ha rebotado justo en el nivel en el que tenía que hacerlo.

Además, el Ibex no está solo en la recuperación de niveles al final de la sesión. También el Dax ha hecho exactamente lo mismo, con la variedad de que ha logrado bajar bastante menos que el selectivo español.

Pues aún con la recuperación del final de sesión, las cosas fueron negativas para los índices europeos, pero el cierre tan distante de los mínimos hace que algunos conciban esperanzas de que lo peor puede haber pasado. Lo bueno es que saldremos de dudas enseguida porque si las cosas no se sostienen, mañana volverán a la carga con más caídas.

Al cierre, el Dax perdió un 0,33%, el Ibex un 0,94%, el CAC un 0,53% y el Eurostoxx un 0,63%.