Gigi es un salón en el que sentirse como en casa, disfrutando con tranquilidad de una gastronomía interesante en un entorno muy especial. Nos encontramos ante proyecto en femenino que ha llegado de la mano de una mujer inquieta, Pilar Menéndez. Después de ejercer durante muchos años como directiva en una multinacional, decidió meterse entre fogones para impulsar una visión particular en el mundo de la hostelería: abrió un pequeño restaurante con personalidad propia y una estética acogedora para degustar una cocina que sorprende.

El establecimiento es pequeño, tiene pocas mesas, pero hay cuatro ambientes bien diferenciados: una terraza en el exterior para los meses en los que la buena climatología permite comer fuera, una zona con amplios sillones de terciopelo azul desde los que otear la calle a través de las cristaleras, otra más íntima y recogida gobernada por una chimenea y un último espacio interior, al fondo. Todo está decorado con gusto. A Gigi le han dotado de muchos toques cálidos, como las flores frescas en cada mesa, los espejos, la acertada combinación de colores, que recrean esa sensación de estar sentado en tu propia casa. Ese punto hogareño se agradece en el ambiente. El restaurante se encuentra ubicado en pleno centro de la capital, en la calle Luchana, 13, a escasos metros de la glorieta de Bilbao.

La cocina es cuidadosa con el producto y en la carta se mezclan sabores; el resultado es una fusión que no defrauda. Estos días acaban de lanzar su nueva carta de primavera (con precios moderados) en la que os recomendamos probar algunas de sus propuestas más destacadas: las croquetas de jamón Ibérico de bellota, las empanadillas de guiso ibérico y pico de gallo de encurtidos, el arroz meloso de gamba del mediterráneo y pak choi (tiene un sabor potente y un toque picante en su justa medida), la caballa soasada con ponzu de mandarina (un gran plato) o las albóndigas de merluza en curry negro.

Si sois golosos debéis probar su postre estrella: una de las mejores tartas de queso que he probado en los últimos tiempos, de las que te invitan a repetir porción… ¡No os la perdáis!