Ferran Adrià y Valentín Fuster nos enseñan a comer

03/11/2010

Carmen Fuentes. Valentín Fuster y Ferran Adrià se han unido para enseñarnos no sólo a comer sino a disfrutar de la comida y, lo mejor, sin dañarnos el corazón, en aras de conseguir una buena salud mediante una mejor alimentación. El resultado: un libro “La cocina de la salud”, de Planeta, que acaba de presentase.

Todo empezó hace tres años cuando el gran chef Ferran Adrià llamó un día al cardiólogo para que le ayudase. “Pero si yo no sé cocinar, ¿cómo quieres que te ayude?”, le contestó Valentín Fuster, desde Nueva York. Y así empezaron tres años de conversaciones sobre la comida y la salud que tienen como resultado este libro, imprescindible en nuestras casas.

Es un libro capaz de combinar, de forma atractiva, dos disciplinas complementarias como son la salud y la cocina, pero una cocina que ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida a través de los hábitos alimentarios, sin descuidar en ningún momento el disfrute de los sentidos.

Dividido en capítulos el libro trata de los momentos del día de una familia normal compuesta por padre, madre, tres hijos y una abuela, prototipo de hogar de muchos españoles. Desde el desayuno a la cena, pasando por la compra, las formas de guardar los alimentos, las mejores formas de cocción, el papel de los niños en la cocina, los ejercicios adecuados para mantenerse sano o el momento de los refrescos y las “chuches”, el libro es un aula de alimentación, pero de forma divertida, inteligente y didáctica, que al fin y al cabo es la única forma de no abandonar ni la lectura ni la cocina ni los hábitos alimenticios.

Comer saludable no está reñido con disfrutar comiendo, pero, ¿cómo conseguirlo?, se preguntó Adrià en la presentación. “Nosotros- dijo- lo que podíamos aportar es pragmatismo, porque con la salud se está manipulando a la gente. Eso de que dicen que antes se comía mejor, es mentira. Antes no se comía y ahora que es cuando más medios hay ¿por qué no comemos mejor? Pues porque hace falta mucho pragmatismo y explicar las cosas de forma sencilla”.

Valentín Fuster recalcó que el ser humano es resistente a aceptar que es vulnerable a la enfermedad, porque es mucho mejor y más positivo promover la salud que prevenir la enfermedad. “Nosotros lo que hemos querido hacer –dijo- es un libro comprensible, con un lenguaje sencillo y ameno. Hemos querido hacer una nutrición atractiva, porque la obesidad, el colesterol y la presión arterial altos son consecuencia de una mala alimentación. Recomendamos actividad física, vamos contra el sedentarismo y esto conlleva que se sacrifique uno en el tabaquismo….Y explicamos el porqué el cuerpo necesita proteínas, grasas e hidratos de carbono. Aplicar todo esto llevará a una salud inteligente, que al fin y al cabo es una decisión del cerebro”.

Curiosamente Ferrán Adrià cuando se empezó a escribir este libro tenía 18 kilos de exceso y pensó “¿cómo voy a presentar un libro de alimentación saludable con estos kilos de más?”. Dicho y hecho. Fuster le dijo que podía comer de todo, pero que lo importante que era quemar calorías y Adrià se puso manos a la obra. No se fue al gimnasio ni nada por el estilo, como en su casa tiene un terreno empezó a podar los árboles, a recoger las hojas, a barrer, a trasladar de aquí y de allá las cosas….en una palabra, a hacer un ejercicio que antes no hacía. Así, poco a poco y en 18 meses consiguió rebajar 18 kilos. Y en eso está: en conservar el peso comiendo de todo. Come pan, pero muy poco y del mejor. Toma legumbres, carnes, pescados. “Lo que engorda es la tele”, nos dijo y entre bromas y cuando le comentamos que no teníamos jardín en casa nos dijo “!pues a la Casa de Campo a recoger hojas!, lo que importa es el ejercicio y la educación de la alimentación desde la escuela”.

El libro es un buen regalo de Navidad, sobre todo para los padres, culpables de los malos hábitos alimenticios de sus hijos. Ofrece recetas para elaborar texturas originales, como las espumas, o trucos para convertir una merienda o un desayuno aburridos en todo un experimento para los sentidos, además de lo que hay que saber sobre las proteínas, la fibra, las grasas, las vitaminas; o lo que es una enzima, una hormona o un aminoácido, además de cómo controlar el apetito y la saciedad comiendo “a conciencia”,  los mitos sobre el agua, la mejor forma de perder peso, cómo “meterles” a los niños las verduras, o cómo disfrutar de una buena cena sin sentirse “culpable” . “Comer sano es cuestión de cerebro”, es la conclusión del cocinero más famoso del mundo y del cardiólogo con más prestigioso internacional.

¿Te ha parecido interesante?

(+3 puntos, 5 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.