Corren buenos tiempos para el turismo en la ciudad de Valencia. Así, según datos aportados por la Fundación Turismo Valencia, este último año ha sido de récord para la capital del Turia: más de 1,9 millones de turistas visitaron la ciudad y se realizaron casi 4,5 millones de pernoctaciones.

Parte de esta mejoría cabe achacarla al sector de los cruceros. De hecho, Valencia está apostando por aumentar el número de barcos que atracan en su puerto. Tanto es así que el turismo de cruceros el año pasado aumentó hasta las 344.134 plazas y 181 escalas; es decir, ha incrementando su número en un 0,8 % y un 5,2 %, respectivamente.

No obstante, Valencia no se contenta con estas cifras y aspira a más. En concreto, el Ayuntamiento de la ciudad y la Fundación Turismo Valencia, junto a profesionales del sector, tienen el propósito de convertir a la capital del Turia en un destino gastronómico.

Para ello su propósito es organizar citas como el Día Mundial de la Tapa; las Jornadas del Arroz y Vino Valenciano y las de Arroces Marineros; Gastrónoma o Cuina Oberta Comarques, entre otras celebraciones de cariz culinario.

Los datos muestran que los turistas dedican un 30 % del gasto medio por estancia en comida, por detrás solo del alojamiento. Por lo tanto, los responsables del área consideran que el aspecto culinario debe convertirse en uno de los productos prioritarios dentro de su plan estratégico de turismo.

A este respecto, en 2014, el anterior consejero de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, aseguró que la Comunitat ocupaba la ‘segunda posición de España en atracción de turismo gastronómico’. Un aspecto en el parecen querer ahondar los vigentes responsables de la ciudad.

La ciudad cuenta principalmente con el visto bueno del turista español, pues el 77 % procede de España, mientras que un 12 % de turistas provienen del Reino Unido. Con un porcentaje mucho más bajo, un 4 %, encontramos a los italianos.

Desafortunadamente, la ciudad valenciana no consigue retener a sus visitantes más de una noche. En concreto, parece que españoles, alemanes, franceses y británicos consideran que con una noche es suficiente. En cambio italianos y portugueses prefieren visitar la ciudad con calma y suelen permanecer al menos dos noches.