En 2003, el Círculo de Empresarios publicó el trabajo del catedrático Manuel Jesús González «El empresario y la economía de mercado. Breve recorrido por los textos de Historia, Geografía y Economía utilizados en los centros de Enseñanza Media», en el que se detectaba «una postura hostil a la empresa» y «una imagen del empresario y de su entorno de actuación claramente hostil a la función positiva que desempeña y a las ventajas que se desprenden de un mercado libre y bien ordenado».

Los profesores José Luis García Delgado, Juan Carlos Jiménez, y Manuel Martín Rodríguez publican, 14 años después, «Empresarios y bachilleres. La imagen del empresario en los libros de texto«, editado también por el Círculo de Empresarios. La conclusión es que se ha pasado «de la hostilidad al desdén», como explica García Delgado («el lenguaje no es neutral, no se habla de empresarios, sino de burgueses o de capitalistas»), y reitera Jesús Sainz, secretario general del Círculo, que reclama «una gran reforma de la educación en España«.

En la treintena de libros de texto de implantación nacional analizados hay «una sistemática ausencia de la figura del empresario y un generalizado silencio sobre su contribución a la sociedad«.

Para García Delgado, «es un problema de la sociedad, no de las autoridades educativas, asumir el papel de la empresa y del empresario en una sociedad libre, una cuestión no resuelta en España». Y considera «una oportunidad de oro» que se plantee un pacto de Estado sobre la educación. Pero también cree que «los empresarios tienen que hacer su parte del trabajo, haciendo buenas empresas para proyectar una buena imagen en la sociedad».

«Contra el populismo, más educación, más y mejor cultura financiera y sobre la empresa», proclama. Jesús Sainz añade que «el populismo no es que sea enemigo del empresario, es que lo es de la sociedad«, y critica que en los libros de texto se sitúen al mismo nivel el libre mercado y la economía planificada. «el capitalismo no es perfecto, desde luego, pero no se puede comparar con la economía centralizada que ha fracasado allí donde se aplicó».

Juan Carlos Jiménez subraya que es «tarea de todos y de largo plazo cambiar la imagen del empresario en España», cree que es necesario «un ajuste fino» en los libros de texto para animar al emprendimiento y para instar al compromiso ético en la empresa, y sobre todo «hay que formar a los docentes para que expliquen bien el papel crucial de los empresarios en la sociedad».

Manuel Martín Rodríguez explica la propuesta de la obra: «no planteamos una asignatura, sino contenidos sobre la economía de la empresa, el empresario, el emprendedor, su función en la sociedad, su contribución al crecimiento económico y al empleo que permeabilicen todas las materias».

Búsqueda del reconocimiento social

En la presentación de la obra, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, recuerda que «la búsqueda del reconocimiento social del empresario, como principal artífice en la creación de riqueza, empleo y bienestar social» forma parte de los objetivos fundacionales de la institución hace ahora 40 años. «Una tarea nada fácil si tenemos en cuenta que la mayor parte de los españoles, en su etapa de formación, ha recibido del sistema educativo una imagen del empresario que no se corresponde con la realidad y, con frecuencia, se presenta distorsonada proyectando, directa o subliminalmente, un perfil de muy dudosa reputación».

Pero reconoce que «la imagen del empresario ha mejorado sensiblemente y la sociedad empieza a reconocer la importancia de su figura en la creación de empleo y bienestar». La sociedad «va distinguiendo al empresario genuino del oportunista (aquel que pretende enriquecerse sin tener que hacer el esfuerzo de generación de riqueza que revierta en la sociedad) o del sinverguenza, que incumpliendo la ley o los principios más elementales de la ética sustrae valor en lugar de crearlo».