No se multó a nadie en el primer día que el ayuntamiento de Barcelona prohíbe el ir desnudo o semidesnudo por la ciudad. Según fuentes municipales no se han producido incidencias con la entrada en vigor de esta normativa.

Según las nuevas normas “queda prohibido ir desnudo o casi desnudo en los espacios públicos” salvo autorizaciones especiales. Asimismo “queda prohibido transitar en espacios públicos sólo con bañador o con alguna otra pieza similar, salvo en piscinas, playas u otros lugares donde sea normal o habitual estar con esta pieza de ropa”. Hace la salvedad la normativa de que se podrá ir en bañador en los paseos marítimos o las calles inmediatamente contiguas a las playas.

Las sanciones que aplicarán serán de 300 a 500 euros por la desnudez y de 120 a 300 por pasarse en bañador. Asegura la normativa que “los agentes de la autoridad recordarán primero a los infractores que su conducta está prohibida y sólo si la persona persiste en su actitud se procederá a formular la denuncia”. Para dar a conocer esta normativa el ayuntamiento ha editado quince mil trípticos.

Contra lo que pueda parecer por esta decisión municipal, en Barcelona es muy difícil ver por sus calles a alguien vestido con el traje de Adán (hay dos nudistas oficiales que de tarde en tarde se pasean por las calles sin que nadie les preste atención). Más habitual es que algunos turistas o nativos puedan ir en bañador por las zonas turísticas. El problema para los municipales es distinguir entre lo que es un bañador o unas bermudas, o si un pareo se puede confundir con un traje de baño.

El Ayuntamiento justifica la medida para “fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio púbico” y se b asa en “la protección del derecho de las personas que utilicen el espacio público a no sufrir molestias como consecuencia de la falta de respeto a las pautas mínimas generalmente admitidas en relación a la forma de vestir”.

La decisión municipal ha sido considerada por muchos como una extravagancia, dado que la ciudad tiene los suficientes problemas como para inventarse los inexistentes.