A pesar de que Gerona no dispone de fuentes de generación de energía ni de una red mallada de 400 kilovoltios, necesaria para atender un consumo que se dispara en verano por el turismo, un puñado de alcaldes de CiU, ICV, PSC y ERC han dificultado en los últimos años el avance de la línea de Muy Alta Tensión (MAT), un tendido eléctrico que según REE garantizaría a la provincia los mismos niveles de calidad de suministro que el resto de España. Las nevadas de marzo del año pasado, que dejaron sin luz a 458.396 abonados, fue la guinda que colmó la paciencia de la Cámara de Comercio y patronales de la provincia, ya que con esa infraestructura ejecutada muchas empresas y 160.000 personas se hubieran librado del apagón y al resto se le hubiera restablecido el servicio con más rapidez.
El presidente de la Cámara de Comercio de Gerona, Domènec Espadalé, argumenta que “no podemos decirles a los turistas que vienen que no tenemos luz; el apagón de las nevadas de marzo no se puede volver a repetir porque es de país tercermundista”. Antes de las nevadas, durante varios veranos tuvo que reforzarse el suministro eléctrico en la Costa Brava con generadores para cubrir las puntas de consumo que se produce por la puesta en marcha de cientos de miles de aparatos de aire acondicionado en las zonas turísticas.
Sin embargo, la MAT ha tenido que superar sabotajes, manifestaciones, acampadas en los árboles de un bosque de Sant Hilari Sacalm y todo tipo de dificultades administrativas por parte de muchos de los alcaldes afectados por su trazado. Unos ayuntamientos, gobernados por casi todo el arco parlamentario, excepto el PP, que han puesto palos a las ruedas del despliegue de una infraestructura básica para cuando entre en funcionamiento en AVE a su paso por Gerona.
Las últimas dificultades superadas por la subestación que hoy se inaugura han sido de carácter físico. El traslado de un transformador de grandes dimensiones y 250 toneladas de peso por el interior de Bescanó retrasó su puesta en servicio. El aparato llegó por barco al puerto de Barcelona y, desde allí, un tren lo transportó hasta la estación de mercancías de Gerona. Un camión de 45 metros lo trasladó hasta Bescanó para realizar el último y más corto trayecto que requería atravesar el municipio de Vilablareix, cuyo ayuntamiento no dio el permiso para que el gigantesco transformador pasara por el interior de su nucleo urbano. Esa ha sido una de las últimas dificultades superadas para el despliegue de la MAT, cuyo calendario también se ve demorado por la interconexión entre España y Francia, unos tramos tramitados ya por el Ministerio de Industria con la previsión de que a finales del año 2013 ya esté acabada la obra a su paso soterrado por los Pirineos.
La demanda de electricidad en las comarcas gerundenses aumentó un 47% entre los años 2011 y 2007, mientras que en toda Cataluña se incrementó más de un 18% en ese periodo. A la falta de una línea de alta capacidad de transporte se ha añadido el escaso porcentaje de generación eléctrica que se produce, situado en no más del 10% gracias sobre todo a las centrales hidroeléctricas de Sau y de Susqueda, en total dependencia del agua. De ahí la necesidad de la línea de 400.000 voltios para aportar seguridad en el suministro y más estabilidad a la red. Una estabilidad que podría verse afectada con la entrada en servicio del AVE, que según REE “compromete aún más la situación eléctrica de Gerona y que sólo una línea de 400 kilovoltios como la proyectada puede asegurar”. Otro argumento para defender la línea es que contribuirá a la evacuación de la energía eólica, dado el carácter variable de su generación, lo que requiere de una red más sólida. Aumentar la capacidad de interconexión con Francia, que ahora es del 3% hasta doblarla, y la integración en el mercado común energético también favorecería una rebaja de las tarifas eléctricas son otros factores a favor de esta instalación.
A juicio de REE, la situación de Gerona demuestra que, en las condiciones actuales, no hay capacidad de red para suministrar energía a nuevos clientes de medio-gran consumo. La empresa que preside Luis Atienza defiende que “esta es una línea necesaria para España y para Cataluña, que aportará más seguridad en el suministro y una mayor estabilidad a la red ante las indisponibilidades de otros elementos del sistema eléctrico nacional”. El futuro desarrollo del AVE compromete aún más la situación eléctrica en Gerona, ya que este tren de alta velocidad supone una demanda añadida que, además, exige una estabilidad y calidad de suministro eléctrico que solo una línea de 400 kV como la proyectada puede asegurar. Con una línea de menor tensión, las cargas que requiere el TAV provocarían caídas de tensión y distorsiones en la red disminuyendo la calidad del servicio al resto de los consumidores, según los expertos de REE
Sin embargo, la MAT lleva suscitando un enorme rechazo en los dos lados de la frontera. A una primera Plataforma No a la MAT se unió la AMMAT, una asociación que congrega a unos 64 alcaldes de municipios de diferentes alineaciones políticas (desde CiU a ERC o PSC), afectados directamente o no por el paso de la línea. REE, la Red de Transporte Eléctrico francesa (RTE) y los diferentes afectados han ido ocupando posiciones y defendiendo sus intereses bajo la coordinación del mediador de la UE, Mario Monti, que desbloqueó las negociaciones, fijando la actual configuración de la red en 2007 y resaltando, al igual que REE, la necesidad de asegurar la estabilidad de la red debido, entre otras razones, al aumento del parque de producción en energías renovables. De esta manera, el intercambio ayudaría a aprovechar el excedente de energía en los picos de producción y al suministro cuando hiciera falta, lo que permitiría evacuar a través de Francia el exceso de generación renovable, en particular la eólica, que se registra en horas valle de la demanda, sobre todo cuando sopla el viento en buena parte de España.
La red queda diseñada en dos tramos Sentmenat-Vic-Bescanó, con un tramo adicional hasta Riudarenes para alimentar la alta velocidad; Bescanó-Ramis-Santa Llogaia, ambas aéreas y un tercer tramo, desde esta última a Baixas (Francia) soterrado por presión popular y en corriente continua por exigencia francesa. Estas dos especificaciones supondrán un aumento del coste inicial de 100 a700 millones de euros y evitarán que la caída de una red pueda afectar a la otra; dos soluciones que no parecen terminar de contentar a nadie en ninguno de los dos sentidos.
La segunda parte de la línea unirá Bescanó con Santa Llogaia y establecerá dos nuevas subestaciones, Ramis y Santa Llogaia, donde será necesario transformar la línea a corriente continua y empezarán las obras de soterramiento que atravesarán el Pirineo y cuya construcción depende de Inelfe, una sociedad conjunta entre España y Francia que prevé empezar a trabajar este año. Los intereses entre soterrar o no la línea de alta tensión responde a criterios de lo más variado y no hay estudios sobre impacto medioambiental claros que determinen la conveniencia o no de un tipo u otro de obra.
Las dos grandes desventajas de la construcción subterránea son el precio y la detección de averías. Las ventajas medioambientales y sobre la salud dependen de la profundidad de soterramiento y el tipo de suelo, aunque visualmente es menos impactante, evita interferencias a los animales y pájaros de la zona y limita la acción del campo electromagnético.
El Parlamento de Cataluña aprobó hace dos meses instar al Gobierno a que acelere la construcción de la línea MAT entre el tramo de Bescanó y Francia. El texto, presentado por el PP, contó con el apoyo de CiU y el voto en contra del anterior tripartito que gobernó la Generalitat (PSC, ICV y ERC), al que se unió el grupo Solidaridad por la Independencia (SI) y la abstención de Ciutadans. El documento defiende que la Generalitat presente, antes de que acabe este año, el nuevo plan de la energía de Cataluña hasta el año 2020. Por su parte, el Ministerio de Industria de Miguel Sebastián critica la que considera “lamentable actuación de algunos ayuntamientos que está generando retrasos y paralizaciones”, tanto en el tramo español como francés de esta interconexión básica para el desarrollo de Gerona.
Una interconexión que, sin embargo, no será suficiente en el horizonte del año 2020, según reconoce Luis Atienza. El presidente de REE advierte que a partir de ese año será necesaria una segunda interconexión con Francia, además de la ya prevista, para cumplir con los objetivos energéticos marcados por la Unión Europa.
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