Si bien los expertos no consideraron que la ratificación por la Organización de Paises Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia (entre otros países no miembros del cártel) se convirtiese en un catalizador para los precios del petróleo, tampoco vaticinaban la debacle que vive el crudo. En las últimas semanas el desplome crece día a día y, por ejemplo, el Brent (crudo de referencia de Europa) baja a 46,5 dólares el barril, acercándose a mínimos, al igual que el West Texas (referente en Estados Unidos), de un año.

La caída del petróleo, que está arrastrando las Bolsas mundiales, es analizada con preocupación por los principales exportadores y productores y las causas que se apuntan van desde el aumento del bombeo por parte de Nigeria y Libia a la creciente presencia en los mercados del crudo extraído por sistemas no convencionales (esquisto) por Estados Unidos y Canada.

La producción estadounidense ha aumentado en un promedio de 10.000 barriles diarios durante las últimas ocho semanas cifras a las que se el aumento semanal promedio fue superior a 30.000 barriles día en las ocho semanas anteriores. El ritmo de crecimiento se ha ralentizado, pero continúa.

Además la crisis de Qatar, país que está siendo boicoteado por un grupo de países liderado por Arabia, no se ha traducido en un motor para los precios, Por el contrario las dificultados de Qatar, que es una potencia gasista pero irrelevante en petróleo, añade riesgos al futuro del pacto de la OPEP,  por el enfrentamiento entre Arabia e Irán.