El proyecto de presupuestos de la Generalitat prevé unos gastos para este año de 24.112 millones,  un diez por ciento menos que el ejercicio anterior. Los recortes afectan a todos los departamentos, pero los de Educación, Sanidad y Bienestar Social sólo ven reducidos sus ingresos alrededor del 7% mientras que Territorio y Sostenibilidad, Agricultura y Cultura los recortes ascienden casi al 23%.

En los ingresos no se contemplan los 1.450 millones del fondo de competitividad que debe el Gobierno central, por lo que el déficit previsto será de 5408 millones (reduciéndolo en una tercera parte). “El esfuerzo que la Generalitat tenía que hacer, lo estamos cumpliendo, lo que no se puede pretender es que tengamos que cumplir un objetivo cuando en el pasado no se cumplió. Haremos el esfuerzo requerido partiendo de la situación creada». El déficit contemplado es del 2,66%, lejos del objetivo fijado por la Unión Europea del 1,3%

El conseller  Mas-Colell, en el acto de presentación señaló los principios que han impulsado estos números: Austeridad, prioridad en los gastos sociales, credibilidad y corresponsabilidad. La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, aseguró que se publicará el proyecto de ley en el Diario Oficial y detalló el proceso parlamentario a seguir, que si se cumple, los presupuestos se aprobarán en el pleno de la penúltima semana de julio.

El conseller aseguró que el déficit estimado del año pasado fue de 7.616 millones, el 3,86% del PIB, “son cifras preocupantes, pero aún manejables, hemos de entrar en un programa muy decidido de acotar la deuda” y añadió que “tenemos como objetivo conseguir los objetivos fijados por la Unión Europea de reducir el déficit, pero no será en el 2011” y añadió que “si no lo conseguimos explotará todo”, vaticinó.

Horas antes de que el Consell de Govern aprobara este proyecto de ley, el presidente Mas aseguró que “serán unos presupuestos claramente restrictivos y exigentes” con lo que pretende “actuar preventivamente y dar un mensaje de seriedad y credibilidad al país, y ello pasa por explicar la situación, señalar un camino y seguirlo con todas sus consecuencias, pese a las críticas y protestas”. CiU le faltan seis diputados para que prospere esta iniciativa y según el portavoz del Govern, Francesc Homs, pidió a los partidos de la oposición que “tengan una actitud responsable en la votación para que nos dejen hacer” y añadió que «sería un mensaje de madurez y responsabilidad que nos permitirá ir adelante» para concluir que “la abstención es un gesto con el país, no con el Govern”. Aunque aseguró que la reclamada abstención “no será moneda de cambio” de otras votaciones, como la alcaldía de Badalona (donde el PP –con un discurso xenófobo es fuerza mayoritaria, pero necesita la abstención de CiU para hacerse con la alcaldía) o la de Tarragona, donde pese a ganar los socialistas los votos de CiU y PP dan mayoría). En cualquier caso las negociaciones dirán que contrapartidas logrará el grupo que se abstenga en la ley de presupuestos.

Homs se refirió a la oposición socialista a los tijerazos de este presupuesto, ya que mientras el gobierno socialista de Madrid “nos pide que recortemos el doble, los socialistas catalanes denuncian que recortamos demasiado”.

En este debate irrumpió el ex presidente y primer secretario del PSC, José Montilla, quien señaló que tal como transcurre la vida parlamentaria CiU quiere “adhesiones, no colaboraciones corresponsables. Nosotros tendimos la mano al Govern, pero éste sólo pide que aplaudamos, callemos y aceptemos”