Lo mejor de la semana en Wall Street ha sido sin duda el resultado final. En una semana tradicionalmente negativa, el S&P 500 ha logrado mínimas ganancias.

Bueno, o no tan mínimas, que mientras los beneficios de esta semana eran infinitesimales para el Dow Jones o el S&P 500, en el caso del Nasdaq 100 ha recuperado nada menos que un 2,14%, lo que no está nada mal.

Parece ganar de nuevo el pulso al Dow Jones, que pareció postularse para ‘índice a seguir’ cuando la semana pasada le metieron el bajonazo al Nasdaq.

Las tecnológicas vuelven a estar en forma y el petróleo ha recuperado terreno y entre ambos factores el saldo debería ser más positivo de lo que lo ha sido finalmente.

En cambio, los bancos no han conseguido que el aprobado general en los test de estrés de la Fed haya quitado presión sobre el sector, que ha vuelto a bajar. Hay mucha desconfianza en los test de estrés y más ahora tras la caída del Popular.

En cualquier caso, el rebalanceo de los índices Russell ha captado mucha atención y posiblemente haya tenido mucha influencia en el resultado final.

Quedan las espadas en todo lo alto para la semana que viene, a ver si mejora un poco el panorama.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,01%, el S&P 500 ganó un 0,16%, el Nasdaq 100 un 0,40%, el Nasdaq Composite un 0,46%, el Nyse Composite un 0,18% y el Russell 2000 un 0,73%.