«Una parte de mi vida política ha concluido. Dejo el Partido Socialista -o el Partido Socialista me deja a mí-«, ha anunciado este martes Manuel Valls en una entrevista concedida a la emisora francesa RTL poco antes de que se constituyera la nueva Asamblea Nacional tras las elecciones legislativas de este mes.

Valls ha explicado que no quiere formar parte de un grupo parlamentario con «ambigüedades» que no apoyará al Gobierno en las votaciones. El que fuera jefe de Gobierno de François Hollande ha ratificado su voluntad de alinearse con la mayoría presidencial.

El equipo de LREM en la sede legislativa ha dado luz verde a la incorporación de Valls, a pesar de que en un primer momento se había especulado con que el ya exlíder socialista podría unirse a un grupo parlamentario formado por diputados sueltos de la izquierda francesa.

El portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, ha defendido la decisión de LREM, indicando que, si bien Valls no tendrá un papel «relevante» en el grupo parlamentario, considera «injusto» el «oprobio» al que se le ha sometido por su apoyo a Emmanuel Macron tras su ascenso al Elíseo.

Valls, que lleva 37 años en el PS, ya se desmarcó del partido político de cara a los comicios parlamentarios, cuando anunció que quería ir en las listas de LREM. Entonces, el partido de Macron se negó y el PS le repudió pero ninguna de las dos formaciones presentaron candidatos en la circunscripción de Essonne, facilitando así su victoria.

En contra de las proyecciones iniciales, Macron repitió victoria electoral en las elecciones parlamentarias, sumando una mayoría absoluta de 350 diputados -entre los escaños de LREM y sus socios del Movimiento Democrático (MoDem)-, seguido muy de lejos por Los Republicanos, con 94 asientos. El PS, por su parte, ha quedado como quinta fuerza, con 31.