La política de venta de activos de FCC, para la que ya hay mandatos de prospección de mercados de sus cementeras estadounidenses, podría incluir Torre Picasso si se recibiera una oferta que cuadrara en las cuentas del grupo liderado por Esther Koplowitz.

Segùn ha explicado el consejero delegado del grupo, Baldomero Falcones, «el año pasado recibimos una oferta para la compra de una parte de Torre Picasso, pero la descartamos porque no era interesante, pero hay que ser flexibles a las condiciones de mercado y si llegara una oferta atractiva podrñiamos plantearnos esta desinversión».

No obstante, Falcones se negó a poner a la mítica torre madrileña el cartel de «se vende», algo que ya está puesto en las cementeras estadounidenses que el grupo tiene en Carolina del Sur. «Hay un par de mandatos para prospección del mercado y ver si se puede concretar esta venta», subrayó, explicando que «en el sector cementero americano no tenemos masa crítica y preferimos centrar nuestra actividad en este país en otras ramas del negocio donde sí podemos tenerla». En este sentido FCC ha firmado un acuerdo con un socio local para acudir juntos a proyectos de energías renovables en Texas.

Otra actividad que podría verse incluida en el proceso de desinversiones del grupo es la de Cemusa, que explota publicitariamente las marquesinas de autobuses en ciudades como Nueva York o Madrid. «Es una actividad importante para nosotros, recupera mercado y tiene un gran equipo, pero como digo, prefiero no ponerle letreros a nada», indicó Falcones al ser preguntado sobre si esta filial formaba parte del «core business del grupo».

En lo que sí fue más explícito el consejero delegado de FCC es en que «el grupo está preparado permanentemente para acudir al mercado de capitales si hay una ventana de oportunidad», Precisamente hoy se cierra una emisión de su filial austriaca Alpine y la junta de accionistas aprobará en unas horas la autorización para emitir bonos simples por hasta 1.500 millones de euros.

Falcones explicó que la posibilidad de la emisión viene derivada de que «queremos diversificar nuestras fuentes de financiación y no depender en exclusiva de los bancos», como lo demuestra la emsión realizada el pasado año, añadiendo que «en cualquier caso, para que se den las condiciones debemos rebajar el riesgo-país y que el mercado de bonos corporativo esté activo».

Entre tanto, FCC sigue con su estrategia basada en tres pilares: la internacionalización, la modernización de la gestión del grupo y la estabilidad financiera. En el primer apartado, quieren llegar a que las dos terceras partes de la actividad provengan del exterior. En el tercero se incluirían las desinversiones anteriormente mencionadas y el objetivo irrenunciable de reducir la deuda a 7.500 millones de euros sin renunciar a compras allí donde haya oportunidades interesantes. En el segundo, mantener el esfuerzo en rebajar costes para mantener los márgenes.

Acuerdo con Commodore en Abu Dhabi

Dentro de esta estrategia, FCC acaba de cerrar un acuerdo con Commodore Contractig para acudir juntos a concursos en Abu Dhabi. «Es un país interesante porque tiene un plan de infraestructuras muy ambicioso y esto supone entrar en los emiratos de la mano de un socio local», indicó Falcones.

También subrayó que el acuerdo para la entrada de un nuevo socio en Global Vía, la filial de concesiones del grupo podría cerrarse antes del verano y que existen conversaciones avanzadas con varios fondos de inversión en infraestructuras en este sentido.

Respecto al negocio español, Falcones se mostró optimista y manifestó que su impresión es que la economía ha tocado ya suelo, que «estamos creciendo en el entorno del 1% en estos momentos» y que «España logrará cumplir con el objetivo de rebaja del déficit público». Admitió que desde hace dos años FCC renegocia con los ayuntamientos las condiciones de sus contratos y que el ajuste en las administraciones locales y autonómicas va a hacer que este proceso se mantenga durante un par de años más, si bien indicó que «en el cortísimo plazo, los plazos en los que nos pagan son algo menjores que hace solo unos meses. En cambio, comparados con los que teníamos hace dos años, siguen siendo peores».