De esta forma el banco alcanzará un total de 65 sucursales repartidas por el territorio español y una plantilla compuesta por 850 trabajadores, con el objetivo de ofrecer a los clientes atención presencial en los momentos en que precisen asesoramiento. Así, el 85% de los clientes del banco contarán con oficina en su provincia.

Szpilka, que sustituye en el cargo a Antonio Zapata desde el pasado 1 de septiembre, indicó que esta iniciativa supone un paso estratégico para la entidad que responde a su consolidación como «banco completo», después de que desembarcara en España hace once años para después centrar su servicio a través de los canales de teléfono e Internet.

{destacado}La directora general de ING España afirmó que la estrategia de la entidad naranja «es independiente del proceso de reestructuración financiera en España», caracterizada por el cierre de oficinas y disminución del número de puestos de trabajo.

Las nuevas sucursales ocuparán locales alquilados, no de otras entidades financieras, y tampoco modificarán el modelo de banca de ING Direct, cuyos clientes operan sobre todo por teléfono e Internet, y sólo el 1% de las transacciones se realizan en oficinas.

La directiva recalcó que las oficinas suponen ya una fuente adicional de crecimiento para ING Direct tanto en términos de incremento de clientes como de contratación de productos y fondos gestionados por el banco.

A cierre del primer semestre de 2010, de las oficinas provino un 15% del aumento total de clientes de la ‘cuenta Nómina’, un 28% del crecimiento en productos de inversión y un 22% de las hipotecas que se firmaron, especificó.

El secreto de la entidad: la estructura de costes

Szpilka precisó que aunque «el secreto de ING Direct está en la estructura de costes», la entidad ya cuenta con suficiente masa crítica en España -con 16.000 millones en depósitos y 7.000 millones en créditos- para ofrecer la asistencia a través de oficinas.

Sobre la ‘guerra de depósitos’, la ejecutiva consideró que la remuneración extraordinaria del ahorro de los clientes es una constante en ING que, no obstante, elude entrar en guerras puntuales por el pasivo.

A su parecer, la contienda por el pasivo «forma parte de la dinámica de la banca en España» y, aunque ahora experimenta «un pico», siempre ha estado vigente. «España es un mercado de referencia muy competitivo al que se mira mucho desde fuera», sostuvo.

En el complicado escenario financiero en que algunas entidades encarecen el mantenimiento de cuentas, tarjetas e hipotecas, el banco mantiene su compromiso de no cobrar comisiones y de ofrecer productos ventajosos para sus clientes, enfatizó Szpilka.