Como decíamos en el primer día de la semana, la presidenta de la Fed, Janet Yellen va a marcar la semana. Y su primera intervención, este miércoles, unido a la publicación del libro Beige de la Fed han provocado que en la sesgunda sesión de la semana cundiera el aburrimiento. Los inversores prefieren esperar y no mover su dinero en ningún sentido, de ahí que hoy se registrara un bajo volumen.

La conclusión fue de un día plano para el Dow Jones (21.409,07 puntos), mientras el S&P avanzaba un minúsculo 0,08% (2.425,53 puntos) y el índice tecnológico Nasdaq avanzara un leve 0,27% (6.193,30 enteros).

Por tanto, aburrimiento y tranquilidad mientras se espera el movimiento de los bancos centrales, tanto de la Reserva Federal estadounidense como del Banco Central Europeo. Los mercados se debaten en estos momentos sobre si la Fed llevará a cabo una o dos subidas de tipos de interés en EEUU en lo que resta de año. Por eso las palabras en el Congreso, y el jueves en el Senado, de Yellen han sembrado tanta expectación. ¿Y si da algún indicio o señal? Y además está la incógnita de cómo va a reducir la Fed su balance.

Otro dato importante se conocerá el viernes: el IPC de junio del que depende también el rumbo de la política económica. Y por su fuera poco ese mismo viernes comenzará la avalancha de resultados de las grandes empresas del país correspondientes al segundo trimestre del año.

De momento, PepsiCo salió de avanzadilla, mostrando un beneficio de 1.847,6 millones de euros (2.105 millones de dólares) entre abril y junio pasados, lo que significa una mejora del 5% con respecto a los resultados obtenidos en el mismo trimestre del año anterior. En consonancia, la facturación mejoró un 2,03% al alcanzar los 13.789 millones de euros (15.710 millones de dólares).

En el parqué neoyorquino los mejores avances vinieron de la mano del sector tecnológico (1,44%), energético (0,59%), el de materias primas (0,47%) o el industrial (0,10%) y los descensos preocedieron del financiero (-0,14%) o el sanitario (-0,11%).

En el mercado del petróleo, el barril de Texas subía a 45,13 dólares; el oro avanzaba a 1.215,8 dólares, la rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba al 2,358% y el dólar perdía terreno frente al euro, que se cambiaba a 1,1462 dólares.