En este caluroso julio, las Bolsas europeas han despertado de su aburrido y lánguido letargo tras conocer el mensaje optimista de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, que provocó, además, llevar a Wall Street a las cotas de máximos históricos. Jornada redonda por tanto para los inversores que esperaban menos, pese a que había bastantes expectativas.

El resultado de este optimismo se contagió en todas las Bolsas del Viejo Continente. El Ibex ha sumado un 1,07% hasta los 10.560,40 puntos, aupado por los avances de las empresas eléctricas y las constructoras. La única pega ha sido el sector bancario, causante de que el índice español quedara rezagado con respecto al resto de los parqués europeos.

Por fín había llegado el miércoles, el día en que Yellen estaba convocada por el Congreso estadounidense para explicar cómo ve la Fed el momento que atraviesa la economía estadounidense. Toda la semana los inversores esperaban esta comparecencia como si fuera agua de mayo en pleno julio. Y la presidenta de la Fed no ha defraudado al asegurar la solidez de la economía norteamericana, tan solida como para ser capaz de soportar subidas graduales de tipos de interés como el comienzo de la reducción del balance acumulado desde el inicio de la crisis.

También la jornada estuvo llena de rumores sobre la sustitución de la propia Janet Yellen al frente de la Fed. Los medios de comunicación estadounidenses coincidían en dar el nombre del anterior presidente de Goldman Sachs, Gary Cohn, como su sustituto. Al parecer es la elección del presidente Donald Trump y ya se sabe que si es elegido de Trump ya no hay nada más que especular.

Así las cosas, como decía antes de comentar los acontecimientos al otro lado del Atlántico, el Ibex consiguió seguir la estela alcista del resto de las Bolsas europeas, aunque no consiguió el mismo ímpetu. Pero aun así, la Bolsa española conseguía volver a recuperar la cota de los 10.500 puntos tras subir un 1,07% en la sesión. De esta forma, además, acababa con las caídas de los últimos días.

Por su parte, las Bolsas europeas tuvieron claro que las cosas van a cambiar para los inversores. A los cambios que se van a producir en las políticas de los bancos centrales (el estadounidense ya lo ha confirmado) se ha sumado la mejora del sector energético con el precio del petróleo al alza. De esta forma, los cierres en París, Londes o Fráncfort se han situado por encima del 1,5% de subida.

El petróleo también tuvo hoy su día positivo alejando su precio de los mínimos del año al elevarse el barril de Brent cerca de los 49 dólares y el de West Texas a los 45 dólares. También la cotización del oro registró un fuerte rebote, al superar los 1.220 dólares la onza.

Por último, en el mercado de la deuda europea se registraron caídas de rentabilidad. En el caso del interés del bono español a diez años se produjo un relajamiento hasta el 1,6%, mientras la prima de riesgo española cerraba en los 111 puntos básicos.