Nin defiende un retorno a «la moral» para recuperar la credibilidad externa y la reputación

01/06/2011

diarioabierto.es. El director general de La Caixa aboga por recuperar la moralidad y los valores tradicionales como única vía para superar la crisis durante su discurso de aceptación de la Llave de Barcelona, repleto de citas del monje benedictino Lluis Duch, el Nobel Friedrich Hayek, el historiador romano Titus Livius y el presidente estadounidense Roosevelt.

Joan María Nin, que será consejero delegado de CaixaBank a partir del 1 de julio, cuando entre en funcionamiento la nueva entidad creada por La Caixa a partir de Criteria; reclama un «liderazgo ético» en las instituciones y empresas españolas para recuperar la “credibilidad externa y la reputación” como única vía para salir de la crisis. En un discurso de marcado carácter filosófico, Nin insistió en la necesidad de retornar a los valores colectivos, al “nosotros por encima del yo”, entre otras razones porque las medidas de contención y ajustes “no serán eficaces sin un cambio de clima a fondo”.

Con tono circunspecto “por los tiempos de angustia y severidad que corren”, el director general de La Caixa denuncia que “la crisis es hija de la perversión del verdadero individualismo”. Después de la caída del muro de Berlín, Nin critica que se haya impuesto la idea del individuo “como depredador que vampiriza a empresas e instituciones en busca del exclusivo beneficio propio”.

Citando el libro “Individualismo y orden económico”, de Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía en 1974, Nin se une al grito de “ni individualismo ni socialismo” del economista austríaco para recordar que “la colaboración espontánea de hombres libres crea con frecuencia cosas que son superiores a lo que sus mentes individuales jamás habrían podido comprender plenamente”.

El momento actual requiere, a juicio del financiero, un cambio de registro ético que posibilite la respuesta técnica que nos saque de la crisis. Una respuesta que sólo se puede articular con un “liderazgo ético” que recupere “el nosotros sin olvidar el yo para tener horizonte, porque un yo sin nosotros comporta la indiferencia y crea los males económicos y sociales” por los que ahora atravesamos.

Solo ese “marco común más allá del individualismo nos dará la seguridad para recuperar la confianza”. Porque, a juicio de Nin, “la primera necesidad ahora es liberarnos del miedo que nos paraliza para recuperar el coraje”, recordando a Roosevelt. Como ejemplo, el directivo señala que hay que emular el espíritu de la Roma que relata el historiador Tito Livio cuando tras ser derrotada por el general cartaginés Aníbal en la batalla de Cannas, “reunió todas sus fuerzas y no se dejó dominar por la histeria”. Cartago contra Roma, recuerda Nin, fue el gran estímulo para la posterior conquista del Mediterráneo. Pero “primero se unieron”, subraya.

Bajo la premisa de que el problema de la crisis también contiene su solución, Nin recuerda que “el miedo y la desconfianza pueden convertirse en actitudes positivas si lo relacionamos al concepto de comunidad moral”. Y para comandar la comunidad, reclama un “liderazgo ético”, que sean “los de mayor valía” los que se pongan al frente, porque “de la crisis sólo podremos salir de forma colectiva” a partir de “trabajar más y mucho mejor”, sin olvidar que “el placer que acompaña al trabajo pone en olvido a la fatiga”, según dejó dicho el poeta Horacio.

Para Nin, hay que dar oportunidades a los colectivos con mayores dificultades, entre los que señala a parados, jóvenes, pequeños empresarios y emprendedores. “Hemos olvidado las enseñanzas de cuando éramos jóvenes” y ahora las empresas “hemos de mirar más allá de la situación para colaborar y dar oportunidades colectivas a los angustiados”. Una premisa necesaria “para obtener la credibilidad externa y la reputación”.

Para el director general de La Caixa, en suma, “la crisis de credibilidad es la crisis de la verdad”. Una cita del antropólogo y monje benedictino Lluís Lluch, de la Abadía de Montserrat, que da pie a Nin para señalar que los seres humanos aprendemos a hablar gracias a tres ámbitos: el familiar, de los amigos y los parientes, lo que el estudioso denomina “co-descendencia”; la escuela, la política y las instituciones (la polis o “co-residencia”) y la religión, mitos y creencias, la “co-trascendencia”.

Unos ámbitos que conforman una identidad que, a pesar de los cambios experimentados en el Grupo La Caixa y su transformación en BankCaixa, es «de las pocas instituciones que aportan confianza» porque no ha renunciado a su origen, a la identidad de su obra social. Ya que «perder el alma sería perder el origen, la identidad y la confianza», sostiene Nin.

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