La primera sesión de esta semana prácticamente paso desapercibida, con los índices casi marcando el mismo resultado del pasado viernes. El Dow Jones cedía un 0,03%; el S&P 500 perdía un 0,11% (2.459,14 enteros) y el compuesto Nasdaq avanzaba un 0,03%  (5.314,43 puntos).

Los inversores optaron por dejar prácticamente inamovible, mirando más de reojo la evolución del precio del petróleo y de los resultados empresariales del segundo trimestre. Y es que el barril de Texas, de referencia en Estados Unidos, bajó un 1,12% y terminó cotizando en el mercado neoyorquino en 46,02 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia en Europa, perdió en Londres un 1% hasta 48,42 dólares. De esta forma, el crudo cambiaba el rumbo de la pasada semana en que los precios se encaminaban a máximos anuales.

La evolución entre el rojo y el verde se puso de manifesto en la evolución de los sectores de Wall Street: cayeron los sectores energético (-0,30%) como consecuencia de la evolución del precio del petróelo; el sanitario (-0,27%) o el financiero (-0,08%) y mostraron ligeros aumentos el de materias primas (0,52%) o el tecnológico (0,05%).

Al cierre dle mercado, el oro subía a 1.233,1 dólares la onza (el viernes había cerrado a 1.230), la rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba al 2,314% y el dólar perdía terreno frente al euro, que se cambiaba a 1,1481 dólares.