La tercera jornada de la semana en las Bolsas del Viejo Continente ha tenido un denominador común: las ganancias. Después de tres días de toma y daca con signo desigual por plazas, este miércoles que todas se han puesto de acuerdo. Así, el indice español avanzó un 0,60% -tras el varapalo del -1,19% de la sesión precedente- y aunque no recuperó el tope de los 10.600 puntos se ha quedado muy cerca (10.588,10) para conocer los mensajes que este jueves transmita Mario Draghi desde el BCE, y eso que el sector bancario empujó hacia abajo en el selectivo durante toda la sesión.

Este miércoles las grandes empresas del país se tomaron un descanso y no hubo ningún resultado importante que hiciera fluctuar algún valor de forma significativa. Pero a partir de este jueves, los resultados seguirán marcando el color del Ibex 35 de las próximas sesiones. Sin ir más lejos, mañana se conocerán los resultados de Iberdrola, tan dependiente de lo que está ocurriendo durante los últimos meses en el mercado energético con el precio del petróleo durante este último trimestre de capa caída, pese a la recuperación de las últimas jornadas lo que está elevando el valor de las acciones de la petrolera por encima de los 7 euros.

Precisamente, en el mercado energético, la publicación de los inventarios de petróleo en Estados Unidos, que ha mostrado unos datos por debajo de lo esperado, dieron un empujón al barril de Brent que, por fin, logró recuperar el listón de los 50 dólares, mientras el West Texas, de referancia en Estados Unidos, subía por encima de los 47 dólares (tras los 46 dólares de la sesión anterior).

El único movimiento en el Ibex lo protagonizaron Aena y Abertis ante la presentación de una posible OPA por parte de la primera sobre la segunda, lo que suspendió la cotización de ambas compañías, si bien al final todo quedó en agua de borrajas, aunque las dos vieron incrementarse su cotización en la jornada entre el 2,29% (Aena) y el 0,15% (Abertis).

Y como con el Ibex, en el resto de las plazas europeas, la tónica repitió en todas con las alzas generalizadas. El índice alemán se aproximó a los 12.500 puntos y el británico FTSE superaba el listón de los 7.400 enteros. Unas alzas todas ellas asentadas en los resultados de las grandes compañías, que en líneas generales están siendo mejor de lo esperado.

En el resto de los mercados, el de divisas continuó aproximando al euro a sus máximos de los últimos doce meses (mantiene su cambio por encima de los 1,15 dólares), ante un dólar debilitado por los problemas domésticos de credibilidad de la política económica de Donald Trump.

Por lo que respecta al mercado de la deuda pública en la sesión de hoy se han registrado signos de espera y contención a la espera de la reunión del BCE. Así, la rentabilidad del bono español a diez años continuó por debajo del 1,6%, mientras la prima de riesgo volvía a recuperar los 100 puntos básicos, y la italiana retrocedía diez puntos, hasta los 160.

Y como venimos diciendo en los últimos días, este jueves tendrá la palabra Mario Draghi, que en sus últimas intervenciones, unido a las actas del BCE de junio, ha dado a entender que podría comenzar más pronto que tarde la retirada  gradual del programa de compra de deuda. En pleno verano, es de esperar que el presidente del Banco Central Europeo continúe dando alguna pista sobre los próximos pasos a dar sobre los estímulos monetarios de su política.