El contrato temporal se consolida como vía de salida del paro duradero

21/08/2017

Luis M. del Amo. Crecen ocho veces más las opciones de hallar empleo temporal que indefinido para los parados de larga duración.

 

La temporalidad, un problema estructural del mercado de trabajo español, y frente al cual el Gobierno justificó su última reforma laboral de 2012 – aunque con pobres resultados en este apartado, según diferentes organismos internacionales –, amenaza con asentarse de nuevo en las preferencias de contratación de las empresas.

Según los últimos datos del INE, el contrato temporal creció ocho veces más como vía de salida del paro de larga duración, tal y como ilustran los datos facilitados hoy por Asempleo.

Un datos que, sumados a otros indicadores, como la evolución de la tasa de temporalidad, que ha ganado 3,7 puntos en los últimos años, reflejan la ausencia de efectividad de las políticas llamadas a reducir la dualidad entre trabajadores indefinidos y temporales.

 

Vía de escape al paro duradero

Las empresas vuelven a optar por el uso intensivo del contrato temporal. Y los parados no escapan a este norma, una constante desde la introducción de esta modalidad contractual en 1984. Y muy especialmente, los parados de larga duración.

Según los datos de la EPA que maneja Asempleo, la patronal de empresas de trabajo temporal, la probabilidad de hallar un empleo para los parados de larga duración mediante un contrato temporal ha crecido en 2,5 puntos en el segundo trimestre de 2017 respecto al mismo período de 2016. Actualmente se sitúa en el 13,1%.

Mientras tanto, en igual período, la salida del paro de larga duración hacia un contrato indefinido aumentó ocho veces menos; exactamente, 0,3 puntos; hasta el 2,5%.

No todos ven el fenómeno desde la misma óptica. Mientras los sindicatos deploran el ascenso de la temporalidad, las agencias privadas de empleo defienden el uso de una temporalidad “bien entendida”, como la denominan.

Para Asempleo, los últimos datos son “una buena noticia”, ya que constatan que la temporalidad “no solo favorece la reducción del desempleo, sino que también facilita la incorporación al mundo laboral de aquellos que más complicado lo tienen”, advierte Andreu Cruañas, responsable de la patronal de ETT.

Sin embargo, los sindicatos tienen otra visión. Para ellos este supone uno de los principales problemas del mercado laboral en España. Y no solo por el lastre que representa para aquellos que deben plegarse a un contrato temporal, sin desearlo, y que les obliga a quedarse parados con mayor frecuencia, y a postergar importantes decisiones vitales, como la emancipación, en el caso de los jóvenes; sino también por el mayor gasto en desempleo que supone para el Estado, y el freno a la competividad de las empresas.

 

Un total de 4,2 millones de temporales

La evolución de los últimos datos refleja la tendencia al alta de la temporalidad. Actualmente, el número de temporales en España representan un 26,8% del total, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondientes al segundo trimestre del año. Aunque esta tasa se sitúa lejos de su máximo histórico – un 34% en 2006 –, su evolución registra un incremento de 3,7 puntos desde el mínimo registrado durante la crisis, un 23,1% de media en 2013.

En valores absolutos, el número total de temporales hoy en España ronda los 4,2 millones, lejos del máximo alcanzado en el tercer trimestre de 2006 de 5,7 millones, si bien entonces el número total de ocupados rondaba los 20 millones, mientras que hoy hay 1,2 millones menos; exactamente, 18,8 millones en el segundo trimestre, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).

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