Después de una larga espera por el retraso de un vuelo, nuestra familia, la familia Seguí, originaria de Mallorca, decidió comer en uno de los pocos restaurantes que había en el aeropuerto de Viena,  Lo que no sabíamos es que esa comida cambiaría nuestras vidas. Porque aquel bar únicamente servía escalopes. Escalopes realmente buenos. O eso pensó el patriarca de la familia que, de vuelta a su Mallorca natal, no dejó de pensar que podría ser un buen nicho de mercado en el que invertir. Había hamburgueserías, pizzerías, pero por más vueltas que le daban no conseguían sacar ninguna cadena especializada en algo tan valorado entre el público como el escalope.

Impulsado más con el corazón que con la cabeza, a las pocas semanas Bartolomé Seguí volvió a Viena, quería visitar el restaurante en el que había surgido todo para poder conocerlo de cerca y valorar la posibilidad de implantarlo en España. Dicho y hecho. Un par de meses después de esta segunda visita a la ciudad austríaca, la familia Seguí ya contaba con dos Skalop con un éxito rotundo en la isla. La corazonada de Bartolomé había surtido efecto.

Cada Scalop, con ‘fast good’
Nadie podía resistirse a este nuevo restaurante que, lejos del fast food se establecía como el primer «fast  good” de cuchillo y tenedor. Una carta llena de productos frescos mediterráneos, elaborados al momento y donde su plato estrella, el escalope, ocupaba un lugar privilegiado. Pioneros en incorporar la cocina vista en los restaurantes, nuestra cadena nació con el objetivo de hacer partícipe al usuario de todo el proceso de elaboración de cada plato.

Bajo estas premisas, el primer año la compañía alcanzó una facturación muy superior a la esperada. Algo en lo que mallorquines y turistas tuvieron mucho que ver, pues la curiosidad por este nuevo concepto de restauración que acababa de nacer fue inmediata.

Con el paso de los años, y en vista del interés que generaba la compañía, no solo en los clientes sino también entre emprendedores, fue cuando decidimos dar el salto y abrir una nueva línea de negocio basada en la expansión en franquicia. Mediante esta fórmula incorporamos cuatro nuevos locales distribuidos por el territorio balear que mantenían la esencia, estándares y modelo de gestión de nuestros restaurantes pioneros.

El negocio que presenta la compañía es perfectamente compatible tanto en formato inversor como en régimen de autoempleo. El éxito radica principalmente en la oferta de un producto de calidad, fresco y saludable, hecho al momento a cada cliente y bajo unos estándares de gestión completamente definidos. Cada franquiciado se beneficia de los acuerdos con los diferentes partners con los que cuenta la central y que permiten agilizar todo el proceso de negociación.

En la actualidad, Skalop cuenta con nueve restaurante (cuatro franquicias y cinco restaurantes en propiedad). Juntos acumulan una facturación que supera los 5.500.000 euros. El éxito y la experiencia que han venido acumulando en sus dos décadas en el mercado lleva a la central franquiciadora a establecer 2017 como el año en el que dar un mayor empuje a la expansión mediante franquicias. Y ello, por todo el panorama nacional, con especial hincapié en el arco mediterráneo, donde recibe mayor número de solicitudes de interesados, por la cercanía al territorio balear.

El local, ambientado en colores vivos y con un diseño moderno, transmite por los cuatro costados esa frescura y dinamismo tan característicos de Skalop. Valores que se reflejan a diario en sus perfiles sociales. Y es que la compañía ha ido creciendo con las tecnologías y sirviéndose de ellas, para fomentar un contacto directo y permanente con sus clientes y mantenerlos al tanto de todas las novedades a golpe de click. ¿El secreto del éxito? Conservar, 20 años después, los mismos valores y la ilusión del primer día.

Más información
⇒ En la web de Skalop
⇒ Consultar las condiciones para ser franquiciado
⇒ Seguir en Twitter a Skalop: @SkSkalop

Marta Seguí es directora de Expansión de Skalop