Presupuestos: las pensiones ni se votan

03/11/2010

Luis Díez.

La Comisión de Presupuestos del Congreso, bajo la sabia dirección del ex ministro Jesús Posada, va a despachar entre hoy, miércoles, y mañana, jueves, el tocho del Presupuesto del Estado para el año entrante. La decisión del Gobierno de vetar las 22 enmiendas planteadas conjuntamente y por separado por todos los grupos a excepción del PNV, Coalición Canaria y el PSOE, contra la congelación de las pensiones, ha reducido el debate a un goteo de intervenciones sobre las modificaciones de algunas partidas. Sólo pasarán las acordadas por los socialistas con el PNV, que suponen un trasvase de 123,5 millones de euros para los ayuntamientos, la universidad, las ikastolas, las televisiones locales y, sobre todo, las empresas y entidades que realizan investigación aplicada en el País Vasco, y las pactadas con Coalición Canaria para el fomento del turismo, el transporte aéreo y el empleo, que ascienden a 400 millones de euros.

Los nacionalistas vascos y canarios lo tuvieron fácil. Hoy no intervinieron. Y mañana el veto del Gobierno a las enmiendas tendentes a descongelar las pensiones les evita incurrir en contradicción con las reiteradas votaciones (7) con las que, desde mayo pasado, han apoyado la descongelación. La socialista Maritxel Batet –a quien su marido, José Maria Lassalle, asesor de Mariano Rajoy y diputado por Cantabria, ha dedicado su libro “Liberales”, que hoy presentará en Madrid el propio Rajoy– lo tuvo más fácil todavía. Para rebatir las enmiendas del PP contra la congelación salarial de los empleados públicos y que se permita a los ayuntamientos superar el 10% de la tasa de reposición de funcionarios, le bastó recordar el planteamiento del líder del PP de prescindir de 500.000 funcionarios. Por cierto que Josep Sánchez Llibre, de CiU, reclamó que dicha tasa se reduzca al 5%. El PSOE acogió con simpatía la aportación, pero la rechazó porque si ya es duro que de cada 100 plazas vacantes sólo se cubran diez, más duro sería que sólo se ocupasen cinco. En ambos casos, mal año para los interinos.

Los socialistas se esforzaron en demostrar que la pérdida de poder adquisitivo resultará imperceptible a los pensionistas porque este año se revalorizarán de acuerdo con la inflación, las mínimas subirán el 1% en 2011 y además en 2009 experimentaron una subida media del 2% aunque la inflación quedó en el 0,3%. De modo que los jubilados que tengan faltriquera, que tiren de la misma, y los que no hayan podido hacer provisiones, que ajusten gastos y no tomen postre. Para el PP, la congelación es una medida injusta que perjudicará a los jubilados de hoy y de mañana. Su único fundamento consiste en evitar que la Seguridad Social entre en números rojos en 2011. Los socialistas no lo negaron. Sólo pidieron el apoyo del PP a una reforma que evite el desequilibrio en los años siguientes. No es que en Francia prolonguen la edad de jubilación de los 60 a los 62 años, es que prolongan de 40 a 42 años el periodo de cotización, aclararon. Por eso allí protestan los jóvenes sin empleo y aquí no. Eso dijeron.

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