Los mercados europeos, más que subir o bajar, han luchado hoy por recuperar la dignidad y abandonar el seguidismo total de Wall Street en el que se había sumido. Está claro que el mercado americano es el mercado americano, pero que los datos macroeconómicos estadounidenses coticen casi más a este lado del Atlántico estaba convirtiendo a los índices europeos en un simulacro de mercados.

Porque lo que pasa en Europa, no nos engañemos, es que lo de Grecia está en vías de resolución. Y eso no son malas noticias precisamente así que no tenía demasiado sentido que las bajadas se prolongaran más allá de lo razonable.

Pues no se crean que es tan sencillo. De hecho, hoy ha tenido el impulso de mantenerse en el seguidismo americano tras conocer el dato de empleo en ese país, pero al final se lo ha debido pensar mejor y se ha desligado de la evolución de los índices en Estados Unidos. Ya era hora.

Seguramente en esta recuperación ha sido fundamental el hecho de que el Dax seguía en positivo mientras el resto se había precipitado a las pérdidas, incluso abultadas. Afortunadamente, el índice alemán parece querer recuperarse del pasotismo que demostró durante buena parte de la semana pasada, lo que siempre es un aliciente para el mercado.

Al cierre, los índices europeos mostraban una fortaleza seguramente fingida, pero era la representación gráfica de que querían alejar su destino inmediato de los datos americanos de paro. El Dax subió un 0,49%, el FTSE un 0,12%, el CAC un mínimo 0,02% y el Ibex un 0,24%.