El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, realizó a última hora de la tarde una declaración institucional, por la que ha apelado a la Generalitat y a todos los grupos independentistas a que vuelvan a la legalidad, porque «el referendum ya no se puede celebrar».

En un tono mesurado, pero firme, Rajoy ha defendido el estado democrático que es España y los mecanismos que tiene para defender la legalidad y «exigir responsabilidad a quienes están poniendo en grave riesgo la convivencia de todos». Y en esta defensa, ha destacado la labor de las instituciones democráticas, los cuerpos de seguridad, la fiscalía, los jueces y tribunales que están actuando «en defensa frente a quienes quieren liquidarnos».

Y con firmeza aseguró que «las leyes no son una imposición arbitraria sino un instrumento del que nos hemos dotado para vivir en libertad». A lo que agregó: «Nadie puede situarse por encima de ellas». Y es lo que según Rajoy se hizo en el Parlament el pasado 6 de septiembre, que con «imposición, injusticia y desobediencia» se ha realizado un «ataque a la raíz de la convivencia», ya que la ley del referéndum vulneró las normas parlamentarias y constitucionales, acallando a los grupos de la oposición con una postura radicalmente antidemocrática. Y en este punto recordó que muchos regímenes autoritarios han utilizado el voto como excusa.

Y además, el proyecto que defiende la Generalitat es «excluyente» cuando la democracia es «inclusiva». Por ello, subrayó que el desafío independentista debe tener respuesta, porque lo que está en juego es el propio fundamento de la democracia.

«El estado de derecho seguirá actuando»

En cuando a lo que pueda pasar en los próximos días, el presidente del Gobierno ha asegurado que el estado de derecho seguirá actuando con la misma intensidad según se vayan produciendo los acontecimientos. La ley les protege y el Estado responderá al ritmo que marque su propio ordenamiento jurídico y las garantías democráticas que contempla.

Asimismo, Rajoy agradeció el apoyo de las fuerzas políticas, asegurando que éstas no están apoyando al Gobierno sino a la nación: «es el momento de proteger a la nación», a lo que agregó que «esa unidad es imprescindible».

«El referéndum ya no se puede celebrar»

En cuando a los que mantienen su desafío, Rajoy les ha advertido que «tendrán que responder ante los españoles de su deslealtad», y les ha reclamado que «cesen en sus actuaciones y abandonen sus propósitos». Se ha mostrado convencido de que «el referéndum ya no se puede celebrar; es una quimera imposible, la excusa para ahondar en la fractura. Renuncien de una vez a esta escalada de radicalidad y de violencia».

A ello sumó que el proyecto independentista «no tiene ningún futuro, carece de apoyo internacional, de amparo jurídico y del apoyo de la mayoría de los catalanes».

Disposición a dialogar desde el respeto a la ley

Y por último recordó que «en democracia siempre hay cauces para defender cualquier posición política». En este punto recordó las invitaciones al diálogo ofrecidas a Puigdemont en el Congreso, para reformar la financiación autonómica y buscar soluciones a los problemas de la Generalitat. Por ello, ofreció la disposición a «escuchar y dialogar desde el respeto a la ley y al estado de derecho».

También ha criticado a los que aprovechan el órdago independentista para «generar inestabilidad en las calles y debilitar nuestras instituciones», en alusión a Podemos. «Les advierto de que tendrán que responder ante los españoles de su deslealtad en un momento tan decisivo de nuestra vida política».

Y reiteró en sus últimas palabras de la declaración que «no sigan adelante, regresen a la democracia, permitan que la gente puedan pasar página; no les creen problemas; dejen que los catalanes puedan hacer su vida en paz, sin fracturas y sin miedo». Y para conseguirlo Rajoy mostró su determinación para «hacer cumplir la ley», pero con «prudencia y responsabilidad» para «evitar la sinrazón de que unos pocos tengan que hacer sufrir a los catalanes o al resto de los españoles».