El dinero móvil ya es una realidad en España. El 77% de los ciudadanos utilizan sus dispositivos móviles para controlar sus finanzas y realizar pagos cotidianos como recibos, aparcamientos o salidas de ocio, según el estudio anual de Pagos Digitales 2017 realizado por Visa. Este dato sitúa a España por encima de la media de los países del oeste de Europa (72%).

Este porcentaje se dispara hasta el 86% entre los españoles de entre 18 y 34 años (los denominados ‘millennials’), que se autodefinen como “Usuarios de Dinero Móvil”. Los Millennials son más propensos a utilizar la banca móvil: un 69% frente al 63 % de la media española. Y cuando se trata de utilizar dispositivos móviles para transferir dinero a familiares y amigos: 55%, frente al 42 % de la media española.

Pero el dato más relevante es que el 93% de los consumidores españoles espera convertirse en un usuario de Dinero Móvil en los próximos 3 años.

El 63% de los españoles comprueban su saldo o acceden a otros servicios a través de una app bancaria. En 2015, solo el 29 % de los europeos disponía de una aplicación móvil bancaria y solo el 7% utilizaban una app para gestionar su dinero.

Más del 83 % de los consumidores españoles han utilizado una cartera digital (como  PayPal), un sistema de pago de Card on File (en el que los sitios web almacenan los detalles de pago del usuario) o un servicio de pago móvil. Este porcentaje está muy por encima de la media europea, que se sitúa en el 68%.

El 52 % utilizan un dispositivo móvil para comprar online, frente al 48% de los europeos, mientras que se reduce cada vez más el uso de ordenadores de sobremesa o portátiles.

El 42 % de los españoles utilizan un smartphone o tableta para enviar dinero a sus familiares y amigos, 3 puntos menos que los europeos (45 %).

Menos temor por la seguridad

Uno de los factores clave de crecimiento de los pagos digitales es el mayor nivel de comodidad con la tecnología móvil. Las inquietudes sobre la privacidad han disminuido 5 puntos (del 51% al 46% en un año. Y sobre la seguridad, 10 puntos, del 65% al 55%.

El 87% de los españoles (3 puntos más que la media europea, y 33 puntos más que en 2016) confía en la utilización de datos biométricos como método de autenticación. El 79% cree que el reconocimiento por el iris y las huellas dactilares son las formas más seguras de autenticación biométrica.

 A pesar de la percepción de que se comparte en exceso aspectos de la vida personal a través de las redes sociales, el 64% de los consumidores marcan una línea clara cuando se trata de datos personales como la tarjeta de pago o la información bancaria. El 73 % se sienten cómodos compartiendo sus datos biométricos con los bancos, y el 72 % con la Administración pública. En los dos casos, son 10 puntos más que la media europea. Y el 53% no se sienten cómodos compartiendo sus datos biométricos en las redes sociales, frente al 58 % de media europea.