Con la nueva Ley de Auditoría, aprobada el 9 de julio de 2015 y que entró en vigor el 17 de junio de 2016 para adaptar la normativa española a la directiva del Parlamento Europeo y el Consejo, se han implantado nuevas medidas como el endurecimiento de las incompatibilidades, el establecimiento de los períodos máximos de rotación o la obligatoriedad del comité de auditoría para las Entidades de Interés Público.

Pero la nueva normativa también afecta a los informes de auditoría, que ahora incluyen más información adicional. Con ellos se pretende incrementar la transparencia y aportar información más relevante a los usuarios.

Pero los auditores parecen estar de acuerdo en la dificultad que conlleva explicar los nuevos informes a los clientes. Así lo manifestaron en la IV Jornada de Investigación en Auditoría, donde se debatieron cuestiones como la independencia de los auditores con la nueva ley, la calidad de la información contable, la auditoría externa en las administraciones locales y las oportunidades y retos del análisis digital.

El acto de clausura fue dirigido por el presidente de CCJCC, Daniel Faura, Enrique Rubio, presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), y Andrés Navarro, presidente de ASEPUC, asociación que agrupa a los profesores universitarios de contabilidad. En él, el presidente de los auditores catalanes declaró que “el primer año de la aplicación de la nueva normativa requerirá de una tarea pedagógica muy importante por parte del auditor”, haciendo referencia a la preocupación de los auditores catalanes por la interpretación que puedan hacer sus clientes sobre los nuevos informes de auditoría.

Nuevo informe de auditoría

El nuevo informe de auditoría incorpora novedades tales como cambios en el orden de presentación de los párrafos presentándose la opinión en primer lugar, mayor detalle en la descripción de las responsabilidades tanto del auditor como de los responsables del gobierno de la entidad, una manifestación expresa de la independencia del auditor respecto a la sociedad auditada y del cumplimiento de los requerimiento de ética aplicables o una declaración de que no se han prestado servicios distintos a los de auditoría de cuentas o incurrido en situaciones que afecten a la independencia.

En el caso de las Entidades de Interés Público, los informes de auditoría incluirán cuestiones adicionales como, por ejemplo, la fecha de designación como auditor, el período total de contratación ininterrumpida o la información de los servicios que el auditor hubiese prestado a la entidad auditada y a empresas controladas por ésta que no estuviesen informados en los estados financieros.

Es decir, aquellas cuestiones que, según el juicio profesional, exigieron mayor atención por parte del auditor y las pruebas de auditoría realizadas para abordar dichas cuestiones, aspectos que hasta ahora quedaban reflejados exclusivamente en los papeles de trabajo del auditor, se harán públicos en los nuevos informes de auditoría aun cuando el auditor hubiera podido satisfacerse a través de las pruebas realizadas.