Los amantes de la moda están de enhorabuena. Esta semana se inaugura el Museo Yves Saint Laurent en París, en la 5 Aveniva Marceau, la dirección del antiguo estudio, en la cual trabajaron los equipos del creador durante treinta años. El edificio se ha convertido en un espacio de exposición de moda de la casa de alta costura, original de la escenógrafa Nathalie Crinière y el diseñador de interiores Jacques Grange. Los casi 500 metros de exposición están completamente dedicados a uno de los diseñadores más icónicos del siglo XX.

Los visitantes acceden al museo parisino por la entrada histórica de la casa de modas, la que estuvo destinada a los clientes y a los invitados de categoría. El museo está dividido en varios ambientes, como los salones de alta costura en la antigua tienda, el lugar por el que se recibía a los clientes y donde se aborda la biografía de Yves Saint Laurent gracias a una serie de retratos y a un vídeo introductorio. Después se muestra el estilo Saint Laurent que comienza con los modelos más emblemáticos y la quintaesencia del estilo del diseñador: esmoquin, sahariana, jumpsuit, trinchera. El siguiente ambiente se dedica a la historia de una colección. Un amplio espacio que se ha reservado para la presentación de una colección en conjunto, una cada año. Para el año de apertura del museo, es la primera colección de Yves Saint Laurent la que ocupa el lugar de honor: la correspondiente a primavera-verano 1962. Acompañada por documentos (bosquejos, tablas de colección, fotografías, fichas de taller o revistas), esta presentación permite comprender el estilo YSL desde sus comienzos. El gabinete de curiosidades presenta en un muro artes gráficas y bocetos: dibujos de juventud, tarjetas de felicitación, bosquejos de trajes y de decorados de teatro; piezas que testimonian su talento inmenso como dibujante. Frente a esta pared, pendientes, sortijas, collares, broches, pulseras o cinturones muestran el sentido agudo de la joya en casa de Yves Saint Laurent que hizo del accesorio un componente esencial de su estilo.

En el vestido de novia se presenta uno de los momentos clave de un desfile, el traje de novia. La parte final del museo está dedicada a un estudio mental que explora diferentes inspiraciones de Yves Saint Laurent. Es una constelación de personajes que frecuentan la obra de Yves Saint Laurent, estos «fantasmas estéticos» de los que hablaba Friedrich Nietzsche y a los que el modista no dejó de acosar: Luis Jouvet, Marcel Proust, Jean Cocteau, Richard Wagner, Matisse, etc. También se referencia su diálogo con grandes pintores como Piet Mondrian, Pablo Picasso o Vincent Van Gogh.

En el mes de octubre también se abrirá el museo Yves Saint Laurent en Marrakech, Marruecos, el país donde vivió sus momentos más felices y concibió todas sus colecciones de moda desde 1966.  El museo de Marrakech tiene una superficie total de cuatro mil metros y se encuentra en la Rue Yves Saint Laurent. De manera similar a su contraparte parisina, esta institución también compartirá una conexión personal con el diseñador tardío a través de su proximidad al Jardin Majorelle, un jardín que Yves Saint Laurent y Pierre Bergé salvaron de la destrucción en 1980. Diseñado por Studio KO, el museo incluirá espacio para exposiciones permanentes y temporales de la obra de Saint Laurent junto a un auditorio, una biblioteca de investigación y un restaurante cafetería.