De izquierda a derecha. Sergio García Desplast (Microsoft), Mariano Arnaiz (CESCE), José María Triper (moderador), César Maurín (CEOE), Nicolás Mouze (DHL) y Enrique Verdeguer (ESADE).

Cuatro de cada diez empresas españolas, la mayoría de ellas pymes, van a desaparecer en los próximos 5 años por no afrontar la digitalización. El dato, procedente de un estudio realizado por IMD University, lo lanzó Mariano Arnáiz, director de sistemas de CESCE, durante su intervención en el Foro Diálogos de Internacionalización, organizado por ESADE y Gestión Press.

Mariano Arnáiz califica la digitalización como “el petróleo del Siglo XXI”. Y deja muy claro que hablar de internacionalización empresarial sin pensar en la digitalización “no es posible, no existe”. Al mismo tiempo, recuerda que la digitalización “es una de las tres grandes prioridades del Plan Estratégico de Cesce 2018-2020, junto con las pymes y la internacionalización”.

El secretario de la Comisión de la Sociedad Digital de CEOE, César Maurín, considera  que la digitalización “es hoy un elemento clave de competitividad y está transformado a las empresas y la manera de hacer negocios”. Por ello desde la patronal proponen “un gran pacto de Estado para la digitalización”.

El dirigente de la organización empresarial afirmó también que un incremento de sólo el 10% de la digitalización en España supondría un incremento del 3,2% del PIB y permitiría la creación de 250.000 empleos netos adicionales en 2020.

Sergio García Desplast, director de Soluciones Digitales de Microsoft, constata que la digitalización está permitiendo que las pymes puedan competir de igual a igual con las grandes empresas y que mejora la actividad de las empresas en tres dimensiones: “la reorganización de los procesos, la creación de nuevas líneas de negocio y el conocimiento del cliente”.

Nicolás Mouze, director de Marketing y Ventas de DHL, remarca que la transformación digital abre a las pymes “la posibilidad de abrir mercados a los que nunca había pensado llegar a través de su página web». Y advierte a los pequeños y medianos empresarios españoles que “tienen que espabilar porque estamos en un mercado global”.