El paro de larga duración, el más preocupante por cuanto tiene de expulsión del mercado de trabajo, acumula dos años de descensos. Si en 2016, eran casi dos millones los parados que llevaban más de 24 meses buscando empleo, hoy apenas suponen 1,6 millones el número de estos profesionales en el dique seco. Sin embargo, el descenso de 18,7 puntos del paro de larga duración, se reparte de forma muy desigual en función de la edad y de la comunidad autónoma, según los datos del INE recogidos por la consultora Randstad.

El mazazo de la crisis se dejó sentir especialmente en las cifras del paro duradero. Sin embargo, después de una larga travesía en el desierto, el paro de larga duración se situó en 2017 en la tasa más baja desde 2013, un 40,7% del total, tras descender en más de 365.000 personas en un solo año.

Así, el paro de larga duración menguó nada menos que 18,7 puntos en los últimos doce meses, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al segundo trimestre que maneja la consultora.

La tasa más baja en 4 años

La evolución del paro crónico ofrece pistas sobre el desarrollo de la crisis en España. Mientras en 2009 apenas 255.000 profesionales lo padecían, seis años después esa cifra rondaba los dos millones de personas. Desde aquel año, 2015, el paro de larga duración acumula descensos, que se cifran en 18,7 puntos en el último año, hasta situarse en los casi 1,6 millones de parados de larga duración en el segundo trimestre de 2017; es decir, el 40,2% del total de desempleados.

Se trata de la cifra más baja de los últimos cuatro años. Pero su evolución no afecta a todos por igual. En el caso de los menores de 25 años, el paro de larga duración lleva tres años descendiendo. Un descenso de 10 puntos que ha dejado la tasa en esa edad en el 18,4%.

Peor lo han tenido los mayores de 45 años. Con un incremento de 34 puntos, se trata de la franja de edad que ha padecido un mayor incremento en la tasa de paro de larga duración, nada menos que 34 puntos desde 2008, cuatro más que la media nacional.

Además, el paro crónico se drena peor entre los mayores de 45 años, una franja de edad en la que, al igual que entre los 25 y los 45 años, el paro de larga duración lleva tan solo dos ejercicios de descensos.

El valor de la formación

La formación es otro factor diferencial entre los 1,6 millones de parados que llevan más de dos años en el desempleo. Así, mientras que el paro de larga duración afecta al 44% de los desempleados con formación básica, esta tasa se reduce al 38% entre quienes han cursado estudios superiores, y al 29,6% entre quienes tienen estudios secundarios.

Por último, el lugar de residencia también es un factor decisivo en lo relativo al desempleo crónico. Así, las comunidades de Asturias y Extremadura son las que exhiben un mayor porcentaje de parados de larga duración sobre el total, con un 49% y un 48,6%, respectivamente.

Por el contrario, la comunidad autónoma de Baleares, con un 20,6%, ofrece la menor incidencia del paro de larga duración, seguida a distancia por Navarra (31%) y La Rioja (36%).

En términos absolutos, el mayor número de parados con más de dos años en el desempleo se concentra en Andalucía, con 428.000 parados, seguida muy lejos por Cataluña, con 190.000.