Nos las prometíamos muy felices con la apertura, pero los índices europeos han ido perdiendo fuelle a lo largo del día hasta lograr que un simple resultado positivo nos parezca bien. Bien pensado y visto cómo han ido las cosas en los últimos días, con cortar la hemorragia de pérdidas ya es bastante, pero me preocupa la falta de fuerzas.

Además, el problema es que no se salva nadie. Incluso el FTSE que en la víspera parecía demostrar fuerza hoy ha dado síntomas de preocupante debilidad. Y eso por no hablar del Ibex. Que el selectivo español haya cerrado en verde entra casi dentro del terreno de los milagros y eso que a falta de poco más de cuarto de hora para el cierre subían un 0,4%.

Por lo menos, el Dax ha parecido más estable y el CAC ha querido secundarle, pero no crean que están ninguno de los dos para tirar cohetes. Al cierre, el Dax alemán subió un 0,26%, el CAC francés un 0,22% y el Ibex español un 0,10%. El FTSE bastante tuvo con lograr unas mínimas ganancias del 0,03%.