Son muchas las personas que deciden hoy en día vender una propiedad inmobiliaria, ya sea por necesidad económica o porque, simplemente, no quieren seguir manteniendo una casa de la que no hacen uso. Cuando el alquiler no se ajusta a las preferencias de los dueños, la puesta en venta se presenta como una opción muy atractiva. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2016 la compraventa de viviendas aumentó un 13,6% en el Estado Español, intensificándose en comunidades como Cataluña y, más concretamente, en la ciudad de Barcelona. Sin embargo, éste proceso se presenta en ocasiones como una labor ardua y tediosa, por lo que es conveniente tener en mente un par de consejos a la hora de vender piso en Barcelona.

Valorar la localización del inmueble

La compraventa de pisos en la capital catalana se caracteriza por grandes desequilibrios en relación con las zonas. Mientras que los distritos del Eixample, Sarrià-Sant Gervasi, Ciutat Vella y Sant Martí son los más populares, Sant Andreu o Les Corts carecen casi de ofertas para vender piso en Barcelona.

Esta información es necesaria para poder analizar la competencia y ver cómo los dueños pueden diferenciar su piso de los demás. Por ejemplo, si en un barrio se están vendiendo muchos inmuebles sería una buena idea destacar aspectos como el acondicionamiento del piso, en vez de hacer hincapié en la localización, ya que éste no sería un factor diferenciador.

Estudiar la posibilidad de vender a través de agencia

Antes de iniciar la búsqueda de comprador es importante reflexionar sobre el proceso de venta y decidir si el dueño está dispuesto a asumir los trámites administrativos que implica o si, de lo contrario, prefiere delegar este trabajo en una agencia inmobiliaria.

La búsqueda autónoma de compradores pasa por publicitar el anuncio en internet, lo que permitirá analizar las visitas que recibe en relación con las llamadas de posibles compradores. Los expertos determinan que si un anuncio recibe muy pocas visitas pero el piso está en buenas condiciones, puede que el precio no vaya acorde con las exigencias de la demanda y haya que reducirlo. Sin embargo, si la propiedad tiene muchas visitas pero carece de llamadas, es posible que no resulte atractivo y que sea necesario plantearse hacer pequeñas reformas en él antes de intentar venderlo.

Sin embargo, no todo el mundo tiene tiempo ni disponibilidad para llevar a cabo esta tarea y prefiere confiar en una inmobiliaria, como por ejemplo Litma Group. A la hora de escoger una agencia, es importante prestarle atención al porcentaje demandado por la operación y compararlo con otras entidades, así como exigir por escrito las ofertas presentadas que supongan una bajada del precio inicial.

Valorar la urgencia de la venta

Finalmente, es importante también estudiar la necesidad de vender el inmueble en un periodo de tiempo determinado. Si la demanda está alta, hay muchas probabilidades de vender el piso en pocos meses; pero si, por lo contrario, la demanda está baja, la venta inmediata es muy difícil y a menudo exige una bajada del precio. Ante este último caso, un vendedor con poca urgencia podrá valorar la opción de esperar a que la demanda vuelva a subir y así no renunciar al precio inicial.