La falta de rotación laboral es cosa del pasado. Cada vez más, los empleados piden bajas voluntarias y se marchan de sus empleos, estimulados por la mejora del mercado de trabajo. Las empresas también mueven ficha y renuevan su capital humano, sin necesidad de esperar a que una expansión de negocio les obligue a ampliar su plantilla, según asegura la última edición del informe Meta4 IDL, elaborado por la escuela de negocios IESE y la consultora de recursos humanos Meta4.

Estas conclusiones se extraen del último informe, correspondiente al segundo trimestre de 2017, confeccionado con datos de 314 empresas, de 16 sectores, que emplean a 28.000 profesionales.

Y concluye, tras medir el movimiento de los trabajadores para un mismo volumen de empleo; es decir, los cambios internos y externos de puesto de trabajo sin que se cree ni se destruya empleo, que el año 2017 se revela como el que tiene “mejores perspectivas profesionales de los últimos tiempos”.

La rotación se multiplica por seis

El informe cubre un período que comienza en 2010. Y constata que, hasta 2012, apenas había movimientos voluntarios entre los profesionales españoles. Hasta 2012, tan solo los trabajadores temporales se exponían a abandonar su puesto de trabajo.

Sin embargo, las cosas cambiaron en 2014. Desde ese año, ya no son solo los profesionales de las empresas con mucha temporalidad los que rotan voluntariamente. Ahora, también aquellos que trabajan en entornos más estables se arriesgan a cambiar de empleo. “Probablemente debido a una mejora de las oportunidades laborales”, explican desde IESE.

Así, el número de empleados que dejó voluntariamente su empleo en el tercer trimestre multiplica por seis la cifra de quienes hicieron lo propio en 2010, en plena crisis; esto es, si entonces eran apenas uno de cada 600 empleados, ahora son uno de cada 100.

Con estos y otros datos, los autores elaboran el llamado Índice de Dinamismo Laboral, que mide lo que hacen las empresas para renovar su capital humano sin que medie una reducción o expansión de plantilla. Y eso incluye, tanto las bajas voluntarias, como los despidos; siempre que no haya cambios en el volumen total de empleo de la compañía,

En junio de 2017, este índice de dinamismo laboral ha tocado su máximo desde 2010, al situarse en el 22,8%; dieciocho puntos más que el mínimo del período, que se midió a principios de 2011.

Esto quiere decir que más de la quinta parte del total de los empleados de la muestra han experimentado algún cambio en su estado laboral, sin que haya mediado ni creación ni destrucción de empleo.

Subidas salariales para retener el talento

El incremento de la rotación en las empresas lleva a los autores del estudio a sacar algunas conclusiones. En primer lugar se constata que “el mercado laboral español es cada vez más dinámico y, en ese sentido, saneado”, según afirma José Ramón Pin Arboledas, experto en recursos humanos de la escuela de negocios IESE.

Una tendencia que, por otro lado, tomará impulso en los próximos años. Y que tendrá consecuencias salariales, al menos, en algún grupo de trabajadores. “Para los próximos años se puede pronosticar un fenómeno de escasez de oferta de trabajadores cualificados y la necesidad de que las empresas busquen medidas de fidelización de estos empleados a través de subidas salariales, mejoras de condiciones laborales y otras políticas como la promoción”, afirma Pin.

Por otro lado, los expertos extraen otras consecuencias de un incremento de la rotación que, aseguran, confirma la tendencia de revitalización del empleo. “Especialmente interesante resulta el incremento de la rotación de aquellos profesionales que teniendo un empleo estable deciden cambiar de empresas. Es un claro síntoma de que las compañías necesitan con urgencia diseñar y aplicar políticas que prevengan la fuga de talento y que de esta forma evite la tremenda pérdida de conocimiento que esto implica”, concluye Carlos Pardo, máximo responsable del estudio.