La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha fijado hoy la posición española dentro de una batalla política en la Unión Europea (UE) a cuenta de los trabajadores desplazados. La ministra española se ha situado al lado del primer ministro francés, Emmanuel Macron, al exigir que los trabajadores desplazados cobren el mismo salario que los locales, una vez transcurridos 24 meses desde su llegada al país de destino; y no solo el salario mínimo, como ordena la legislación actual.

España, sin embargo, hace una excepción con los trabajadores del transporte internacional, para los cuales pide un aplazamiento, en tanto se pacta una norma específica para este colectivo.

Báñez ha abogado hoy por igualar el salario de los desplazados con el de los trabajadores locales, aunque solo en el caso de que hayan transcurrido dos años desde su llegada al país. La ministra ha fijado la posición española durante la cumbre de ministros de Empleo celebrada este lunes en Luxemburgo.

Convertida en caballo de batalla, la regulación de los derechos laborales de los trabajadores desplazados ha centrado hoy la reunión ministerial donde se han mostrado dos frentes bien definidos; por un lado los países del oeste, con Francia a la cabeza; y por otro lado, los países del este, que se oponen a los cambios en la actual directiva, que data de 1996.

Los cambios impulsados por la comisión de Empleo de la Eurocámara tratan de atajar los abusos detectados, al abrigo de la legislación actual, cuyo articulado ofrece una visión demasiado abierta de la consideración de lo es un desplazamiento laboral dentro de las fronteras europeas.

Así, algunos trabajadores desplazados están ganando en la actualidad un salario inferior en un 50% al de los trabajadores locales de los países donde desempeñan su función, a pesar de realizar el mismo trabajo. Una situación que ha despertado las críticas, no solo de los sindicatos, sino también de los empleadores de los países de destino, que enmarcan esta práctica dentro del llamado ‘dumping’ o competencia desleal.

Aplazamiento para los transportistas

Sin embargo, la ministra española ha reclamado que se aplace la aplicación de la futura directiva para el sector del transporte internacional a fin de encontrar “soluciones específicas” para este colectivo, como ya están negociando los países europeos dentro del llamado Paquete de Movilidad.

Báñez ha justificado su defensa de los cambios en la directiva en la idea de encontrar un “equilibrio razonable” entre la naturaleza temporal de dicho desplazamiento y la garantía de los trabajadores.

“Tenemos que mantener un equilibrio entre la libre circulación de personas y prestación de servicios sin que la producción y la competitividad se vean afectadas”, destacó la ministra desde Luxemburgo, tras confiar en que hoy se llegue a un acuerdo entre los países miembros.

Si llega este acuerdo, el texto de la directiva respaldado por España deberá todavía lograr el apoyo del pleno de la Eurocámara, con los siguientes asuntos como principales escollos: el límite temporal para el desplazamiento, la remuneración y el tratamiento a las subcontratas.

Aún así, en virtud del trámite administrativo, el acuerdo definitivo podría tardar todavía en ver la luz.