El trabajo, y la facilidad para encontrarlo, no llueve del cielo. Así opina, al menos, buena parte de los trabajadores españoles, que sienten que en esa difícil suerte no hay mejor paraguas que la formación. Ahora bien, en este campo de la empleabilidad, en España una buena parte de los empleados se siente desamparado. Y reconoce que necesita a un profesional que le ayude a mejorar sus bazas laborales.

Cuatro de cada diez trabajadores españoles confiesan que necesitarían ayuda para mejorar sus cartas en el difícil tapete del mercado laboral español, donde un 16,4% de los jugadores no tienen empleo.

Los datos, extraídos de un estudio en 34 países – basado en 13.500 encuestas – elaborado por Randstad, la consultora de recursos humanos, demuestran que, en materia de empleabilidad, los españoles se sienten más huérfanos que el resto de europeos.

Un 42% de los españoles confiesan que necesitarían del concurso de un especialista que les ayudara a perfeccionar su perfil laboral.

Esta necesidad de ayuda, en materia de empleabilidad, se sitúa siete puntos por encima de la media europea. Aunque muy lejos de otros países, tan competitivos como Estados Unidos o China, donde un 82% y un 77% de los trabajadores, respectivamente, sienten que necesitarían de ese consejo que les ayude a mejorar su empleabilidad.

En cambio, más cercanos a España se sitúan países como Grecia y Francia, donde un 57% y un 49% de los trabajadores admiten necesitar esa ayuda.

Por el contrario, entre los más autosuficientes se sitúan los austríacos, alemanes y belgas, entre quienes apenas un 20% o 30% dice necesitar de ayuda profesional a modo de trampolín en la búsqueda de empleo.

La clave, la formación

En España, la inmensa mayoría de la fuerza laboral identifica la formación como un elemento clave para mejorar su destino en el mundo laboral. Así, un 93% de los trabajadores consideran que una buena formación mejora la empleabilidad.

Otra cosa es sobre quién sienten que recae la responsabilidad de mejorar su propia formación. Y aquí viene la sorpresa porque, si bien los datos muestran mayoritariamente que los trabajadores consideran responsabilidad propia mejorar su formación, los individualistas Estados Unidos se sitúan a la cola, con un 85% – solo superados por Japón, con un 78% – al identificar como propia esa responsabilidad; mientras que España, con un 93%, se sitúa a la cabeza, solo superada por Italia, China, Noruega y Austria (todas ellas con un 94%), de los países donde más trabajadores consideran que es responsabilidad propia mejorar la formación.