La semana comenzaba con buenas vibraciones para el Ibex 35, subiendo con fuerza y recuperando parte de lo perdido en la anterior. Pero poco duró la alegría, ya que tras los rebotes del lunes y del martes, las cosas empezaron a torcerse. Hoy, el Ibex ha perdido -0,96%, su tercera jornada a la baja, y partirá la semana que viene de 10.357,8 puntos.

Las últimas decisiones judiciales contra ex miembros del Govern han reactivado el clima de tensión en Cataluña. Sin embargo, las subidas del inicio de semana permiten que el balance semanal sea positivo en un +1,5%.

Uno de los atractivos de la jornada era la publicación de las cuentas de Repsol y Amadeus. La petrolera ha caído -1,49%, a pesar de cumplir con las expectativas y presentar un beneficio neto de 1.583 Mn€ en los 9M2017, un 41,3% más que el año anterior.Asimismo, la compañía ha reducido su deuda financiera neta en un 30% en el último año hasta situarla en 6.972 Mn€. La compañía destaca que los resultados muestran la fortaleza de los negocios, la capacidad de adaptación a precios bajos y el aumento de su eficiencia.

Por su parte, Amadeus sube +1,22% tras anunciar un incremento de beneficio del 15%, hasta 847 Mn€, en ese mismo periodo. La compañía ha firmado en el trimestre (incluidas renovaciones) contratos con ocho aerolíneas.

En la sesión previa a su presentación de resultados del lunes, Siemens Gamesa vuelve a ser el valor más castigado (-3,55%), caída que le hace perder los 12 euros por acción.

Tampoco ha sido un buen día para la banca, en un día en el que el Euribor a 1 año ha marcado mínimos históricos en -0,191%. Santander retrocede -2,71% y BBVA -1,76%.

El informe de empleo estadounidense ha dejado un sabor agridulce. En octubre se crearon 261.000 nóminas no agrícolas, en comparación con las 313.000 que esperaba el consenso. Lo positivo es que la tasa de desempleo ha caída una décima hasta el 4,1% (nivel más bajo desde el año 2000) y que el mercado laboral se recupera tras haber marcado una lectura muy baja (18.000) en septiembre. Probablemente lo que menos ha gustado ha sido el estancamiento de los salarios, que rebajan su variación interanual hasta el 2,4%.

En Wall Street, además de los datos de empleo se comenta la designación de Jerome Powell como presidente de la Fed a partir de febrero. La noticia está sentando bien al sector bancario, que ve en él un aliado de la desregulación financiera y un garante de la actual política de subida de tipos.