El mandato de “apertura de China al resto del mundo”, y el mensaje del presidente chino, Xi Jinping, respecto a que «la puerta de la apertura económica no se cerrará, sino que se abrirá mucho más», proclamados en el XIX Congreso del Partido Comunista, no se han quedado en meras palabras. Y se ha anunciado también en un momento muy significativo: el último día de la visita del presidente norteamericano, Donald Trump, a China.

«China tomó la decisión de reducir las limitaciones a la participación de inversores extranjeros en las compañías de gestión de fondos, valores y comercio de futuros al 51%. Las nuevas limitaciones, tras su aprobación, tendrán una vigencia de 3 años, tras lo cual caducarán y no habrá más limitación al nivel de participación», informa el viceministro de Finanzas, Zhu Guangyo.

A las compañías de seguros se les aplicará una medida similar, aunque más restrictiva: las limitaciones de la participación a la inversión extranjera al 51% se mantendrán durante 5 años.

La apertura a la inversión extranjera se concreta en que desaparece el actual límite de propiedad extranjera en bancos chinos del 20%, para participaciones individuales, y del 25%, para grupos. El límite de propiedad foránea en gestoras de valores, fondos de inversión y futuros de China pasará del 49 % actual al 51 %, y en tres años se permitirá llegar al 100 %. China autorizará dentro de tres años un 51% de propiedad extranjera en sus aseguradoras de Vida, y en cinco años elevará ese porcentaje al 100%.

Estimaciones de Citi, realizadas con anterioridad a este anuncio, los mercados de bonos, valores y activos bancarios en China representan más de 50 billones de dólares, una cifra que podría multiplicarse por dos en 2025 con una total apertura al capital exterior.

El HSBC, británico pero con enormes intereses en Asia, aplaude la medida: “el anuncio de un ‘big bang’ en la liberalización del sector financiero se ajusta con nuestra idea de que China debe aprovechar el momento actual para continuar con sus reformas». La entidad, cuyo origen se remonta a Hong Kong como colonia británica, es una de las pocas con presencia relevante en el sistema financiero chino, gracias a su participación en el 19% del estatal Banco de Comunicaciones.

El HSBC, entidad británica con origen en Hong Kong, es la única que tenía actualmente una presencia notable en el mercado bancario chino, con el 19 % de participación en el Banco de Comunicaciones, uno de los grandes bancos estatales chinos.

Otros grandes grupos internacionales, como Goldman Sachs o Citi, han terminado vendiendo sus participaciones en bancos chinos. Lo mismo le ha sucedido al español BBVA en el Citic.

Santander y Mapfre, a la expectativa

El Santander mantiene una participación del 8% en el Bank of Shanghai (adquirido en 2014 al HSBC) y cuenta con diferentes alianzas para desarrollar negocios de financiación al consumo y de banca mayorista global. El mayor grupo financiero español siempre ha tenido a China en el radar de su expansión internacional.

Mapfre es el grupo español con planes de expansión más avanzados en China. Anunció a principios de 2015 la intención de profundizar en el mercado chino, donde ya opera en asistencia y reaseguro y otros ramos a través de una alianza con PICC China Group, con un proyecto de venta online de seguros de Autos en Shandong, la tercera región con el PIB per cápita más alto del país, la segunda por número de internautas, la cuarta por volumen de primas de seguros de coches (el parque supera los 15 millones de vehículos).