El Banco de España constata la ineficacia de ayudas al empleo para mayores

16/11/2017

Luis M. del Amo. Solo la antigüedad y el alto coste del despido sirvieron para reducir la probabilidad de perder el puesto de trabajo.  //  Consulta el informe del Banco de España sobre bonificaciones al empleo de los mayores de 60 años 

El Banco de España ha constatado la ineficacia de un programa de bonificaciones destinado mantener el empleo de los trabajadores mayores de 60 años. A pesar de su elevado coste, este programa mostró un “reducido” efecto a la hora de evitar que estos trabajadores perdieran su empleo. Solo los elevados costes de despido, ligados a la antigüedad, sirvieron para frenar la salida de estos trabajadores que estuvieron insertos en un programa vigente hasta 2012, según un artículo publicado hoy por el supervisor financiero.

El artículo destaca que España es uno de lo países de la OCDE con mayor gasto en porcentaje del PIB, un 0,3%, en estos incentivos al empleo entre los años 2004 y 2011; solo superada por Bélgica, Suecia, Dinamarca y Luxemburgo.

En términos de porcentaje de empleo afectado, España ostenta el récord absoluto, nada menos que con un 8,6% del total; muy por encima del nivel medio en la OCDE, un 1,7%.

Los autores, Mario Izquierdo Peinado y Sergio Puente Díaz, recuerdan que existe abundante evidencia empírica que muestra resultados “no demasiado favorables” en relación con la eficacia de estos incentivos. Y centran su investigación en un programa específico dirigido al mantenimiento del empleo para los trabajadores mayores de 60 años que estuvo vigente entre 2006 y 2012.

Este programa bonificaba las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo de la empresa en un 50% para los trabajadores de 60 años, con un aumento de la bonificación de 10 puntos por año transcurrido, hasta un máximo del 100% a la edad de 64 años.

Toman como referencia para efectuar la comparación, es decir, como grupo de control, en la jerga estadística, otro programa de mantenimiento del empleo, que también estuvo vigente unos meses más, hasta finales de 2012, para trabajadores mayores de 59 años.

Este programa no fue eliminado entre julio y diciembre, posponiéndose su supresión hasta principios de 2013, recuerdan.

Así, pues se dispone de un período de cinco meses para efectuar la comparación, que efectúan con datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales, elaborada por la Seguridad Social.

Impacto reducido de las bonificaciones

Tras analizar el impacto de la eliminación de las subvenciones, llegan a la conclusión de que esta tuvo un impacto significativo pero “reducido” sobre la probabilidad de perder el empleo de los trabajadores mayores de 60 años, que se concentró además en los que tenían empleos de baja cualificación y una antigüedad relativamente baja en la empresa, con menores costes de despido.

Así, pues, concluyen que el programa generó escasos beneficios a la hora de mantener el empleo de los trabajadores mayores de 60 años.

Y, aunque advierten que sus resultados se circunscriben a ese programa y no se pueden extrapolar al conjunto de bonificaciones, subrayan la necesidad de una evaluación detallada de las políticas activas de empleo para determinar su eficacia.

A más edad, más despidos

En detalle, los resultados del estudio muestran que la probabilidad de que el trabajador perdiera su empleo aumentó del 6,7% al 8,5% una vez que se eliminaron los subsidios.

Es decir, el fin de los subsidios originó un aumento de 1,8 puntos, “reducido, aunque estadísticamente significativo”, en la probabilidad de que un trabajador mayor de 60 años perdiera su empleo.

Además, constatan que el impacto de la eliminación de las bonificaciones tiende a ser creciente con la edad y es especialmente elevado para los trabajadores de 64 años.

En cuanto al nivel educativo, la probabilidad de perder el empleo se eleva a 2 puntos en el caso de empleos de baja cualificación. Y no se observa un efecto significativo para los trabajadores de alta cualificación.

El alto coste sí frena el despido

En cambio, los resultados más interesantes se observan al analizar los distintos niveles de antigüedad, afirman los autores del estudio.

Así, la probabilidad de perder el empleo aumenta hasta 2,7 puntos en el caso de los trabajadores de menor antigüedad, con menores costes de despido.

Y va reduciéndose esta probabilidad a medida que aumenta la antigüedad, hasta desaparecer cualquier influencia entre los trabajadores con una antigüedad superior a 18 años.

“Los elevados costes de despido asociados a los trabajadores con mayor nivel de antigüedad en la empresa habrían actuado como un incentivo suficiente para mantener a los trabajadores en la empresa”, aseguran.

Coste muy elevado de las ayudas

Finalmente, los autores analizan también el coste-beneficio de estas ayudas al mantenimiento del empleo de los trabajadores mayores de 60 años.

La eliminación de los incentivos se habría traducido en una pérdida de 3,1 millones de euros en los salarios; reducido en 1,1 millones los ingresos procedentes por cotizaciones a la Seguridad Social; y elevado en 1,1 millones los gastos en prestaciones por desempleo.

Ahora bien, el fin del pago de las subvenciones ahorró a la Seguridad Social nada menos que 41,7 millones de euros en ese período.

Los resultados del estudio se muestran así en línea con la evidencia empírica, recalcan. Los programas de bonificaciones no afectan de manera decisiva a las decisiones de empleo de las empresas. Y la mayor parte del gasto del programa no se recupera en términos de mayor renta laboral para el colectivo beneficiario o con un menor gasto en prestaciones por desempleo.

Por ello, y en línea con otros expertos, los autores del informe recomiendan concentrar este tipo de programas en colectivos muy específicos con especiales dificultades de empleo, así como realizar un seguimiento detallado de los resultados de los diferentes programas de políticas activas de empleo.

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