‘Obra de Dios’: En el nombre de un tuit

17/11/2017

Luis M. del Amo. Aterriza en Madrid esta relectura de la Biblia, en clave cómica, escrita para una red social.

Imagen de ‘Obra de Dios’, en el Teatro Bellas Artes

Las redes sociales son un fenómeno que ha encontrado también su reflejo en los escenarios teatrales. Después de su estreno en Broadway, llega ahora a Madrid Obra de Dios, el texto, compuesto para Twitter, del escritor norteamericano de comedia David Javerbaum, y que en España interpreta Mariano Peña, el popular Mauricio Colmenero de la serie Aída.

Producida por Pentación, este espectáculo estrenado ahora en España, después de su arranque en Broadway en 2015, básicamente consiste en un largo monólogo, interpelando directamente al público, en el cual se relatan en tono humorístico distintos pasajes de la Biblia.

Peña, para ello, se vale de la ayuda de otros dos actores, Bernabé Fernández y Chema Rodríguez-Calderón, si bien su función no vaya mucho más allá de la lectura de algunos textos y de distintas interpelaciones al público, puramente testimoniales.

Dicho esto, este comentario debe comenzar haciendo hincapié en un aspecto subjetivo, como es la muy limitada gracia que, en mi opinión, muestra el libreto en toda su extensión. Una comicidad que podrían enmarcarse dentro de las gracieta de barra de bar, suponiendo que hoy en día alguien pueda hablar de temas tan trasnochados.

Una falta de actualidad que trata de ocultar el libreto picoteando en asuntos como la homosexualidad o la digitalización, sin que estas alusiones consigan, paradójicamente, otro resultado que poner de relieve la caducidad de la propuesta temática, su obtuso tratamiento y la escasa calidad dramática del texto.

En esta tesitura, su protagonista, quizás consciente de la escasa potencia de su arsenal, toma la directa, y se despacha a toda prisa un texto, cuyas referencias del original norteamericano tampoco ha acertado a traducir la versión española.

Además, en la interpretación de Peña, y en la dirección de Tamzin Townsend, se echa en falta la apelación a otros recursos del actor, alejados de los rasgos que ‘adornan’ al mezquino propietario del bar de Aída.

Por si fuera poco, la escenografía, dominada por un espectacular trasto central que representa una suerte de escalera hacia el cielo, ve su potencia expresiva también rebajada, quizás debido al escaso fondo que un teatro mediano como el Bellas Artes de Madrid tiene.

En resumen, un intento fallido en mi opinión de lanzar en España un texto construido a partir de los tuits de Javerbaum para la muy popular cuenta @TheTweetOfGod (algo así como nuestro @diostuitero), y también de acercar al teatro nuevos públicos, mediante el recurso de reclutar a populares actores televisivos, como ya hicieran en Estados Unidos con Jim Parsons, el popular Sheldon Cooper de la serie Big Bang Theory – un papel asumido luego por el también televisivo Sean Hayes –, y que, aun así, logró arrancar algunas carcajadas entre el público que asistió al estreno.

Teatro Bellas Artes de Madrid, hasta mediados de enero.

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