Apple acaba de comenzar el estudio Apple Heart Study en colaboración con Universidad de Stanford. Basándose en la utilización de su smartwatch y una app, con él quiere saber si usando este dispositivo es posible identificar con precisión arritmias para avisar a los usuarios de una posible fibrilación auricular. Una investigación en la que cualquiera puede participar, siempre que posea un Apple Watch Serie 1 (está dotado con un sensor de ritmo cardíaco), como mínimo un iPhone 5, que resida en Estados Unidos y que haya superado los 22 años de edad. Si se cumplen estos requisitos, tan solo es necesario descargarse esta app.

La aplicación registra varias veces al día la frecuencia cardiaca. Y si detecta un ritmo cardiaco irregular, le envía una notificación al usuario y le pondrá en contacto con un médico especialista a través de una videoconsulta o una llamada de forma gratuita. En el caso de que el facultativo recomendara el uso de un parche de Electrocardiograma (ECG) de biotelemetría para poder realizar un seguimiento, se le remite al domicilio también sin coste, y tendrá que llevarlo durante siete días.

La iniciativa de Apple quiere contribuir a la prevención de los accidentes cerebrovasculares, pero existen otros ingenios tecnológicos que también te ayudarán a vigilar el funcionamiento del corazón sin necesidad de participar en ningún estudio. Entre ellos, el accesorio Kardiaband: es el primero, diseñado para Apple Watch, aprobado por la FDA para realizar un electrocardiograma en 30 segundos. Se complementa con una app, llamada SmartRhythm, basada en inteligencia artificial, que al igual que la de Apple, avisa al usuario cuando registra una arritmia del tipo fibrilación auricular, la más habitual.

Si no tienes el reloj inteligente de Apple, también puedes hacerte esta prueba en cualquier lugar: esta misma compañía cuenta con otro accesorio (KardiaMobile) con el que se registra un electrocardiograma (ECG/EKG) de grado médico a través de la yema de los dedos y unos electrodos, como puedes comprobar en este vídeo. Vale 139 euros.

La pulsera Rithmi también se ha marcado como objetivo prevenir los ictus: detecta casos de fibrilación auricular monitorizando el ritmo cardiaco de una persona las 24 horas del día. Desarrollada junto con cardiólogos y otros médicos por la empresa valenciana Cuatroochenta, ya se ha probado con éxito en un hospital privado y ahora la están chequeando con pacientes del Hospital La Fe de Valencia (todavía no está a la venta).

Su funcionamiento se basa en un sensor PPG (fotopletismografía) que “mide la intensidad de luz reflejada por la superficie de la piel y de los hematíes que están debajo para determinar el volumen de sangre del área respectiva en cada momento. Con estos datos obtenemos una onda de pulsos del corazón y podemos determinar cuándo se produce cada latido del corazón”, explican en la web. Y esto se complementa con un algoritmo propio.

Todos estos gadgets son solo algunos ejemplos de lo que dentro de nada no extrañará, ya que existen otras investigaciones puestas en marcha con el mismo fin de detectar problemas del corazón con wearables. Pero para cuidar tu salud cardiovascular también existen otras opciones. Mediante smartphones con un sensor de ritmo cardiaco integrado, como los de la serie Samsug Galaxy S, y apps para el smartphone, por ejemplo, El círculo de la salud (desarrollada por el cardiólogo Valentín Fuster), Instant Heart Rate o Runtastic Heart Rate, entre otras.

Y si quieres participar en otro estudio distinto del de Apple abierto a todo el mundo, entra en la web de Health eHeart y contribuirás a prevenir y tratar las enfermedades cardiacas de la mano de un equipo de la Universidad de California San Francisco y el big data.