¿Te suena el término STEM? Este acrónimo de Science, Technology, Engineering and Maths se refiere a los estudios de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, disciplinas que no solo preparan a los niños para determinados trabajos, también fomentan en ellos el pensamiento crítico, la resolución de problemas o las habilidades de colaboración. Por eso hoy os proponemos juguetes tecnológicos con los que al menos despertaréis el interés por algunas de estas materias. Que tomen nota Papá Noel y los Reyes.

SPC-Makeblock.  Los niños aprenden a programar un robot, aunque primero deben montarlo (38 piezas que se ensamblan en 10 minutos). Utiliza un lenguaje de programación muy similar al popular, Scratch (creado por el MIT). Con un módulo electrónico Arduino, su objetivo es fomentar la electrónica, mecánica y la informática y con la posibilidad de elegir en color rosa (también en azul) para estimular las STEM en las niñas, algo especialmente necesario ya que la presencia de las mujeres en estas carreras es minoritaria. Está orientado a principiantes, a partir de 8 años. 89,90 euros.

GoldieBlox. Creado por una ingeniera de la Universidad de Stanford, es uno de los primeros juegos STEM específico para estimular el aprendizaje de la ingeniería y las habilidades espaciales en las niñas de 5 a 9 años. Es muy simple: incluye piezas de construcción y figuritas y un libro de la serie protagonizada por Goldie. Y con todo esto, a través de la narración se estimula a las niñas a construir máquinas que solucionan los problemas de la protagonista de la novela. 24,99 euros.

Zowi de BQ. También basado en Arduino, este simpático robot canta y baila nada más sacarlo de la caja, simplemente accionando los botones que tiene en su espalda. Esto es para los niños más pequeños. En el siguiente nivel ya aprenden a controlarlo a través de una app: lo puede dirigir para crear sus propias coreografías y otros movimientos predeterminados, que van complicándose según avanza en los distintos niveles. Para los niños más experimentados, lo conectan al PC y con Bitbloq (herramienta de programación) lo programan para muchas cosas más. Y se puede desmontar con las instrucciones para verlo por dentro y cómo funciona. A partir de 8 años. 99,90 euros.

Build a bot: conejo y dinosaurio (de Famosa). Para los pequeños de entre 5 y 9 años, primero construyen el robot (20 piezas) y luego lo personalizan con pegatinas. Esta mascota electrónica da saltos y sortea algunos obstáculos. Cada una viene con una pieza recompensa, por ejemplo, una zanahoria, que motiva al animal a corretear. 34,95 euros.

Ratón robot Code & Go. Otro juego básico que les introduce en el mundo STEM jugando. Se trata de guiar al ratoncito por un laberinto para que encuentre su trocito de queso. Para ello incluye 30 tarjetas de codificación a doble cara, 16 cuadrículas encajables, 22 paredes de laberinto y 3 túneles. Como ves nunca se va a aburrir porque todo este material da para muchas configuraciones distintas. Y para complicar y enriquecer más el juego de forma opcional es posible comprar otros ratones con diferentes colores y funciones, pero que se controlan de la misma manera (los pueden poner a competir en carreras). 52 euros.

Robot Coji. Este adorable robot introduce a los más pequeñines en los conceptos más básicos de la codificación, ni siquiera es necesario que sepan leer ni escribir. Porque el lenguaje de programación que utiliza son ¡emoticonos! De aspecto adorable, muy similar a Cody, el de la película Robosapien, este robot responde a los estímulos físicos (si lo tumbas o lo mueves, expresa su estado con emojis). Y plantea a los peques problemas de lógica que deben resolver, además de puzles y otros juegos didácticos. Se controla todo a través del smartphone o la tableta con una app. 69,90 euros.