El informe ‘Riesgos e incertidumbres de futuro de la economía española’, elaborado por el Consejo General de Ecomistas, advierte que «un escenario de crecimiento más rápido de los tipos de interés a largo plazo (del orden de 100 puntos básicos adicionales en promedio anual durante los próximos años), junto con una prolongación de restricciones crediticias, podrían restar entre 1 y 2 décimas de punto de crecimiento del PIB real según nuestro cálculos en 2018-19 y reducir entre 20.000 y 30.000 la generación de empleo, aparte de deteriorar el déficit público como resultado de la elevación de los costes de deuda».

Entre los riesgos financieros, «hay que valorar el impacto de la previsible vuelta a la normalidad de la política del BCE, con un escenario monetario más restrictivo, con disminución progresiva del programa de compra de deuda y una elevación de los tipos de interés, que hasta la fecha se han mantenido excepcionalmente bajos».

Además de los riesgos financieros, el estudio del Consejo General, realizado por Antonio Pulido, director del Centro de Predicción Económica (Ceprede), y Julián Pérez García, director del Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrud. ha identificado y analizado cinco riesgos de referencia: tres son de carácter global (tensiones geopolíticas, ruptura del proyecto europeo y sorpresas en mercados financieros), y dos, más específicos de nuestra economía (retardo innovador y temas territoriales).

«La economía española vive una coyuntura de elevado crecimiento y creación de empleo, destacando como una de las más dinámicas de la Eurozona, pero no tiene garantizado mantener esta privilegiada situación a futuro, subraya el estudio.

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, señala que, “por el lado del consumo, la percepción de riesgos se asocia a un aumento en el ahorro precautorio y a un retraso en las decisiones de compra de bienes duraderos». «Por lo que se refiere a la inversión, la evidencia muestra que tienden a posponerse nuevos proyectos en tanto no se despeja la incertidumbre, lo que conduce a contracciones en la formación bruta de capital. En el plano financiero, la incertidumbre se relaciona con un aumento de los tipos de interés, con el racionamiento del crédito y con caídas en los índices de Bolsa”, remarca.

El Brexit restará casi un punto de crecimiento

Entre los riesgos destacados a escala mundial, el estudio recomienda prestar «especial atención» a las tensiones geopolíticas y terrorismo yihadista, y a Francia, Brasil, Reino Unido, Italia, México, Alemania, Portugal, EEUU, Rusia y Venezuela, por su incidencia en la economía española.

El Reino Unido ocupa el cuarto puesto entre nuestros clientes internacionales, absorbiendo más del 7% de nuestras exportaciones totales de bienes; y es nuestro quinto proveedor internacional al que adquirimos cerca del 5% de nuestras importaciones. Es el primer emisor de los turistas que visitan España. El resultado es un saldo favorable a España de 15.000 millones de euros, el 1,5% del PIB.

Es el principal destino de las inversiones directas españolas, superando el 14% del stock total acumulado. Y algo más del 10% del stock de inversión extranjera en España procede del Reino Unido. En España residen de forma permanente unos 300.000 ciudadanos británicos, frente a unos 200.000 españoles que viven allí.

«La fuerte conexión de nuestro país con el Reino Unido nos indica que el cambio de las condiciones de interrelación con el conjunto de la UE en términos de movilidad de personas, mercancías, servicios y capitales» puede tener un efecto sobre el crecimiento español de entre 0,2 y 0,9 puntos, según como se desarrolle el proceso de salida de la UE.

Crece la brecha en innovación

España es, según el Global Innovation Index, el país 28; el 35, según el Global Talent Competitiveness Index, elaborado por el Insead. «Un punto clave está en la reducción de la proporción de capital intangible de nuestro país, situación agravada por años de un esfuerzo inversor reducido como consecuencia de los efectos contractivos de la pasada crisis, especialmente causados en España y otras economías del sur de Europa», señala el informe del Consejo General.

Mientras en EEUU la inversión media en intangibles durante dos décadas (1995-2013) se acerca al 15% del valor  de las empresas, y en Europa es el 10%, en España es el 5%. El informe Cotec subraya que, mientras que el conjunto de países integrados en la Unión Europea habría más que recuperado ya el nivel de gasto total previo a la crisis, con unos niveles totales en 2016 un 26% por encima de los registrados en 2008, en España, es un 9% inferior al de ese año. La brecha con respecto a los niveles medios europeos se ha incrementado hasta el 0,8% del PIB en 2016; y la distancia que nos separa de los líderes europeos (Suecia) se eleva por encima del 2% del PIB.

«Acelerar la inversión en activos intangibles para acercarnos a los promedios de los países de la Eurozona supondría más que triplicar el ritmo actual, con impactos sensibles en crecimiento del PIB (dos o tres décimas de punto por año) y empleo (entre 40.000 y 50.000 nuevos puestos por año)», remacha el informe.

El impacto de Cataluña

El indicador de incertidumbre sobre la economía española ha sufrido un incremento de más del 123% entre septiembre (12 puntos) y octubre (26,8). «Esta elevación de la incertidumbre, ya constatada en los últimos datos, es uno de los elementos que en mayor medida podría terminar generando efectos económicos adversos durante los próximos trimestres», avisa el Consejo General de Economistas.

El informe adelanta una progresiva desaparición del diferencial de crecimiento catalán respecto a la media nacional durante los próximos meses.

Hay que añadir el aumento de la prima de riesgo, y una mayor contención en los mercados de valores españoles con respecto a la media europea.

Cuantitativamente, las 3.000 empresas que trasladaron su sede social de Cataluña a otras regiones, apenas supondrían el 0,7% del total de compañías catalanas con asalariados, pero varias de las ue han anunciado su traslado se sitúan entre de las de mayor facturación.

Si se produce una recuperación progresiva de la confianza (reducción de la incertidumbre) a lo largo de 2018, el impacto será de medio punto de menor crecimiento del PIB para el conjunto de la economía española, y algo menos de 100.000 puestos de trabajo afectados. Pero estas cifras podrían duplicarse en el caso de que se mantenga la incertidumbre sobre la situación de Cataluña.