UGT suma a CCOO en su objetivo por un salario mínimo de 1.000 euros

08/01/2018

Luis M. del Amo. El sindicato renuncia a fijar horquillas como en el pasado, y reclama mayores incremento a los sueldos más bajos.

La pugna por fijar un incremento salarial para este año continúa. En los primeros compases del año, el sindicato UGT ha renovado su petición de elevar más los salarios más bajos. Hasta el punto de que, ya en 2018, ningún salario se sitúe por debajo de los 1.000 euros. Una posición que no es nueva, pero a la que ahora se suma Comisiones Obreras (CCOO), el otro gran sindicato. Y que a buen seguro topará con importantes resistencia entre el lado empresarial.

Pepe Álvarez, líder de UGT, oficializó este lunes el anuncio después de reunir a su cúpula directiva y fijar la línea principal de acción para el año que comienza. La central, en principio en unión con CCOO, según advirtió el lider ‘ugetista’, reclamará a los empresarios que ningún salario quede por debajo de los 1.000 euros, ya en 2018.

Sin embargo, fuentes de CCOO consultadas por este diario matizaron estas afirmaciones y explicaron que ese salario mínimo de mil euros será “un objetivo” a establecer en los convenios que se firmen este año.

Renuncian a una horquilla salarial

Además, otra novedad es que las centrales renuncian a fijar una horquilla para el incremento salarial, como en otras ocasiones, según explicó esta mañana el líder de UGT.

En su lugar propondrán a los empresarios desligar en varios tramos el avance salarial. Fijar una “recomendación” general en función de la situación de empresas y sectores. Y aplicar las mayores subidas a los salarios más bajos. De tal modo que ningún trabajador cobre por debajo de 1.000 euros por una jornada completa, según establecerían todos los convenios con efectos en 2018.

Igualdad, modelo islandés

Los sindicatos desean también introducir en su acuerdo con los empresarios medidas para eliminar las diferencias salariales por género. En concreto, para UGT, el mejor modelo es que acaba de aprobar Islandia, donde las empresas tienen la obligación por ley de publicar el importe de todas las retribuciones. Y de eliminar en suma cualquier las diferencias entre hombres y mujeres.

Por otro lado, el líder de UGT ha criticado algunas medidas propuestas por el Gobierno en materia de temporalidad, en alusión al contrato único con indemnización creciente. Sin citarlo, Álvarez ha dicho que tales medidas no resuelven de “raíz” el problema de la precariedad. Y ha animado al Gobierno a “escuchar” las propuestas de las organizaciones sindicales en la mesa abierta por la calidad en el empleo.

Será un año de movilización”

Álvarez ha comentado extensamente sus impresiones sobre la posibilidad de que empresarios y sindicatos logren firmar un acuerdo sobre negociación colectiva, a diferencia de lo ocurrido en 2017.

El líder sindical ha vaticinado que “sin movilizaciones” la firma del acuerdo va a ser “una tarea casi imposible”. Y ha enarbolado sin complejos la bandera de la movilización con el propósito de forzar a los empresarios a llegar a un acuerdo.

“El año 2018 será un año de movilización sin ningún lugar a dudas”, ha insistido.

Hostelería, los más afectados

Por otro lado, el máximo responsable de UGT ha admitido que no es posible calcular cuántos trabajadores o empresas se verían afectados por la fijación de un salario mínimo de 1.000 euros por convenio.

Ha afirmado en cambio que serían la hostelería y en general los servicios los sectores más afectados; o lo que es lo mismo, donde ahora hay más trabajadores que no alcanzan ese mínimo del millar de euros.

Sin embargo ha defendido que estas empresas – poco afectadas por la competencia, ha dicho – no se verían muy afectadas por el incremento salarial.

Con todo, fuentes conocedoras de la negociación advierten que el acuerdo podría forjarse de la siguiente manera. En primer lugar, en vez de fijar una horquilla salarial, que establezca un avance mínimo y uno máximo, como en ocasiones pasadas, se podría llegar a una “recomendación” con una cifra general para los incrementos. Y una proporción mucho mayor para los sueldos más bajos; lo cual constituye una novedad hasta la fecha.

No es posible saber cuántos trabajadores están afectados. Sin embargo, en la reciente negociación para una subida del salario mínimo (SMI), algunas estimaciones cifraron en medio millón de trabajadores el contingente de afectados, aunque UGT cree que en realidad son “bastantes menos”.

Objetivo para 2018

En cualquier caso, la subida del salario mínimo a 1.000 euros supone un avance del 36% en el caso de los trabajadores que estén cobrando ahora mismo el salario mínimo interprofesional; esto es, la diferencia que va desde los 10.300 euros anuales establecidos por el SMI en 2018, hasta los 14.000 ansiados por los sindicatos.

Por este motivo estas fuentes indican, en línea con lo afirmado desde CCOO, que esos 1.000 euros podrían conformar un objetivo a alcanzar por ejemplo en 2020, tal y como se ha hecho en la negociación sobre el SMI – que podría subir un 20% en tres años si se cumplen ciertos objetivos –.

Otro escollo, además, será la inclusión de cláusulas de revisión salarial ligadas a la subida de los precios. Los sindicatos, según confirmó Pepe Álvarez hoy, no renuncian a incluir dichas cláusulas en el acuerdo, una pretensión que causa un honda rechazo empresarial.

Además otros factores influirán en el avance de los salarios negociados en 2018, si se firma el acuerdo, como la inflación, la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y los incrementos de productividad de que han gozado las empresas, y que no se han repartido por la vía de los salarios, según defienden los sindicatos.

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