La ministra de Empleo de España, Fátima Báñez, ha llamado hoy a empresas y trabajadores a unir sus esfuerzos a fin de evitar la precarización en que puede desembocar el cambio tecnológico si no se evitan sus efectos más perniciosos mediante una efectiva gobernanza.

La ministra, durante la presentación de un libro sobre la formación, patrocinado por la OIT, ha destacado la velocidad de los cambios que afectarán a millones de trabajadores, y ha pedido “anticiparse” a esta honda transformación con un mayor esfuerzo en medidas de protección social.

Además, en un acto en el que también han participado los máximos líderes de los sindicatos y los empresarios, Báñez ha anunciado la creación de un grupo de expertos, que darán continuidad a los trabajos sobre la transformación digital que han cristalizado en el libro amparado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El contenido del libro se centra en cuatro aspectos principales, como es el papel que el trabajo debe jugar en la sociedad, así como las condiciones necesarias para que un trabajo en el nuevo siglo pueda ser considerado decente.

Por otro lado, la aportación española a los estudios de la OIT estudia también las nuevas formas de trabajo, como el auge del trabajo autónomo, y quién debe gobernar la transformación que está viviendo ya el mundo laboral.

Báñez ha defendido el contenido del libro como “la aportación de España al diálogo social sobre el futuro del empleo”. Y ha avanzado la creación de un grupo de expertos que continuarán los trabajos iniciados hace un año, en la Conferencia Nacional Tripartita, que ha dado lugar al libro.

El trabajo, una construcción social

En su intervención, el líder de CCOO, Unai Sordo, ha coincidido con Báñez que la clave es anticiparse a los cambios que se van a producir en el ámbito laboral. Para ello, y después de definir el empleo como “algo más que un input productivo”, una “construcción social”; el nuevo secretario general del sindicato ha llamado a “recomponer los estándares de calidad” laborales, perdidos durante la crisis, a través de una gobernanza, compartida con los sindicatos, de este proceso de transición productiva.

En la misma línea se ha mostrado Pepe Álvarez, líder de UGT, quien ha defendido el papel de la formación en la adaptación a ese cambio, y ha reiterado la idea de su sindicato de que los trabajadores puedan dedicar una parte de su jornada laboral anual a la formación, y repartir así entre formación y producción su tiempo de trabajo en las empresas.

CEOE: “Más y mejor formación”

Por su parte, los empresarios han contado con la máxima representación con la participación de los líderes de CEOE, Juan Rosell, y de Cepyme, Antonio Garamendi, que han glosado también los contenidos del libro amparado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Juan Rosell ha pedido “más y mejor formación” y una legislación que facilite el empleo flexible a fin de poder encarar los retos surgidos por la extraordinaria velocidad con la que se impone en la actualidad la digitalización de los procesos productivos.

Por su parte, Antonio Garamendi ha subrayado el valor de la formación y ha pedido también flexibilidad en el empleo, así como un mayor impulso a la conciliación entre el tiempo del trabajo y el tiempo de la vida personal.

Por su parte, el responsable de la OIT en España, Joaquín Nieto, que ha alertado sobre la velocidad de los cambios, ha puesto de manifiesto que hoy hay ya en el mundo 700 millones de trabajadores que prestan su labor en las cadenas globales de suministro, al tiempo que ha defendido un nuevo contrato social, que gobierne la transformación tecnológica con criterios de justicia social.

Coincidiendo con su centenario, la OIT organizará en 2019 una Conferencia Global sobre el Futuro del Trabajo que fijará los ejes del trabajo decente postulados por esta organización dependiente de la ONU.