Unos dos mil indignados y cuatrocientos Mossos d´Esquadra estaban con objetivos bien distintos en los alrededores del Parlament. Algunos diputados accedieron al recinto a través del cordón policial, pese a lo cual todos fueron increpados, otros con gritos de “podeis entrar, pero no podres salir” e incluso había conatos de agresión, como la que sufrió la diputada Montserrat Tura a la que pintaron una cruz en su gabardina. El propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, tuvo que acceder al recinto en un helicóptero policial. Ya en la Cámara señaló que “He tenido que venir en helicóptero. Es intolerable que los representantes del pueblo tengamos que llegar así al y además con violencia”.

Algunos diputados, sin embargo, tuvieron más problemas para acceder a la Cámara que inició su sesión con un cuarto de hora de retraso y variando el orden del día y en vez de empezar la sesión de control se hizo con el debate sobre los presupuestos. No se produjeron grandes incidentes, pero sí que muy numerosos.

A primeras horas de la mañana, a las 8,30, se produjo una carga policial y ante el acoso de los indignados los Mossos dispararon balas de goma al aire, aunque el conseller Recoder, cuyo coche no pudo llegar al Parlament, aseguró a TV3 “que estoy en los alrededores. Hemos intentado entrar pero no hemos podido. Nos han golpeado el coche y al final hemos tendio que dar media vuelta”. Sin embargo aseguró que “de alguna manera entraremos”.

Por otra parte Recoder retrató a los manifestantes con los que había hablado:  “en la gente indignada con la que he hablado he visto reflejada a mis hijos, no es que estuvieran, claro. No he visto gente maltratada por el sistema, son otra clase de inconformistas”.