El rechazo del NH Hoteles al proyecto fusión de Grupo Barceló marca la nueva estrategia de la cadena con sede en Baleares. La operación que iba a traducirse en la creación del primer grupo hotelero español no ha podido ser por esa vía, pero en el plan estratégico que elabora Barceló no se renuncia al crecimiento, en realidad es uno de los objetivos, y sigue abierta la posibilidad de operaciones corporativas, si bien sobre la base de la rentabilidad; la hotelera no quiere ser una mera gestora de hoteles.

En este contexto, el grupo que copreside Simón Barceló focalizará su crecimiento en los mercados que apuntan a contar con más futuro para el turismo internacional. Entre ellos se encuentran norte de África, pero básicamente Marruecos y los Emiratos Árabes. La compañía invirtió 1.500 millones de euros en el plan todavía vigente, tanto en adquisiciones o posicionamientos como en la remodelación y mejora de sus activos.

Ahora se perfila la inversión del nuevo plan (2019-2021), pero mientras se analizarán las oportunidades que puedan surgir en este año. Y, al parecer, las habrá en una etapa  brillante para los grupos hoteleros con las cifras récord en turismo y la recuperación de la ocupación en los establecimientos urbanos. Barceló, que buscaba al unirse a NH, una mayor diversificación de su perfil, podría superar en tamaño a la compañí madrileña a corto plazo.

Lo que queda claro es que Barceló da por frustrado el intento de alcanzar un acuerdo con NH, pese a que los responsables consideraban esta operación como el plan más idóneo para que ambas cadenas, siendo un sólo grupo con dos marcas, ase acercasen, todavía de lejos, a las internacionales más grandes. Consideran que el rechazo no ha sido argumentado, pero ahora no hay un plan B en esa misma dirección.

En una línea similar se ha pronunciado NH Hotel Group, que también elabora su plan de futuro de forma independiente, tras rechazar la fusión con Barceló. La cadena hotelera prepara un plan estratégico para 2019, en el que uno de los objetivos es alcanzar un resultado bruto de explotación (Ebitda) proforma de 300 millones de euros (un 61% más que en 2016), así como un beneficio neto recurrente de unos 100 millones de euros y la reducción de deuda.