Posiblemente el libro «Si salieras a vivir. Hábitos para disfrutar de una vida plena» (Grijalbo, 207 páginas) de la psicóloga Patricia Ramírez no le haga descubrir nada que no haya leído antes en libros similares. La que es presentada como la psicóloga «más mediática e influyente», con más de 100.000 seguidores en Twitter, no ha inventado la rueda con este libro, pero hay que reconocer que sabe vender muy bien el producto.

En apenas 200 páginas muy bien maquetadas, con subrayados de colores, posit y otros recursos visuales, Patricia Ramírez recopila hábitos y dinámicas para disfrutar de una vida plena, con una propuesta de ejercicios prácticos.

Su planteamiento es aparentemente sencillo. Una buena actitud y unos hábitos saludables (que van desde una alimentación sana a la autoestima, pasando por el ejercicio físico, la organización del tiempo, el control de la ansiedad y una mente activa, entre otros), «hacen que nos sintamos serenos y plenos».

«Si salieras a vivir» propone «entrenar la actitud para afrontar los cambios, ser más felices y disfrutar de la vida». Patricia Ramírez reconoce que «la actitud no lo es todo, pero sí es el motor para alcanzar tus deseos». Más claro: «la actitud no lo es todo, pero sin ella no eres nada».

El mensaje es claro: «Superarte, cambiar o plantearte metas es algo que debes elegir tú. E, independientemente del momento en que te encuentres y de las circunstancias por las que atravieses, siempre tendrás la libertad de elegir cómo enfrentarte a cada situación».

Patricia Ramírez insiste mucho en que la actitud se puede entrenar, y «afinar en aquello que nos falte para ser más felices, eficaces, hábiles y estar más serenos». Ese entrenamiento de la actitud se concreta en una docena de hábitos saludables (y sus correspondientes ejercicios prácticos): organización y planificación, control de la ansiedad, alimentación, saber decir que no, dedicar tiempo a uno mismo, amabilidad, autocontrol y fuerza de voluntad, ejercicio físico, amor, comunicación, mente activa y autoestima.

El gran acierto de esta obra, además de sus aspectos más visuales, es que entabla un diálogo directo con el lector a partir de una simple pregunta: «¿Si salieras a vivir, ¿qué harías para tener un día pleno?».

La psicóloga contesta con esquemas, ejercicios, post-its, para entrenar los pensamientos, las emociones y los pensamientos. Porque los hábitos requieren «planificación, entendimiento, una finalidad y  mucha repetición».

Pero merece la pena el esfuerzo. Porque «la vida no es perfecta, pero tu actitud sí puede serlo». Y «un día puede ser, en parte, lo que tú decidas».