El nuevo aplazamiento en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 ha caído como una bomba en las negociaciones entre el Gobierno y los funcionarios. El retraso y la amenaza de Montoro, ministro de Hacienda, de gobernar a golpe de decreto y prorrogar las actuales cuentas, han llenado de inquietud a los sindicatos, que ven así peligrar la subida salarial prometida y la recuperación de la jornada de 35 horas.

El anuncio del nuevo retraso en la aprobación de los PGE ha encendido las alarmas en las centrales sindicales. Hoy, Comisiones Obreras (CCOO) ha mostrado su “desacuerdo” con el reajuste del calendario de Presupuestos anunciado por Montoro, que pospone a la primera semana de abril la presentación de las cuentas públicas.

El sindicato ha protestado por la “presión” que el nuevo retraso traslada a las negociaciones, y que “en nada beneficia la posibilidad de llegar a un acuerdo”, han lamentado.

La negociación incluye materias como la subida salarial, que debe incluirse en los Presupuestos, aunque cabe la posibilidad de que se apruebe por la vía del real decreto ley, anunciada por Montoro.

La inquietud sindical a buen seguro se trasladará a la próxima reunión prevista entre los sindicatos CCOO, UGT y CSIF y la responsable del ministerio de Hacienda y Función Pública, Elena Collado, el próximo lunes 19 de febrero.

“Parece que se toman los intereses de los empleados públicos como rehenes de una estrategia electoral, que en nada favorece la estabilidad de las diferentes Administraciones y servicios públicos”, ha denunciado un portavoz de CCOO.

A pesar de un prometedor comienzo, los empleados públicos ven de nuevo peligrar la negociación en torno a la subida de sus salarios. Un asunto este que ya se vio postpuesto el pasado mes de septiembre, por las tensiones en Cataluña.

Guindos: “No es el escenario central”

La posibilidad de una nueva prórroga presupuestaria – apuntada hoy solo como “alternativa” y no como “escenario central” por el ministro de Economía, Luis de Guindos – dificulta un calendario negociador que se retomó en febrero, y que incluye asuntos como salarios, empleo público y jornada.

Por su parte, CCOO se ha mostrado contrario a la “vía excepcional” de reales decretos leyes apuntada por Montoro. Una posibilidad que solo debería utilizarse en caso de agotar la vía parlamentaria habitual, esto es la presentación del anteproyecto de ley en las Cortes, claman desde la central.

La nueva tensión llega tras el prometedor comienzo de la negociación este mes de febrero. Tras la primera reunión los sindicatos aplaudieron el “cambio de actitud” en el Gobierno, que se ha a avenido a negociar que los funcionarios recuperen la jornada de 35 horas, perdida durante la crisis.

Subidas salariales hasta 2020

En materia salarial, el ministro de Hacienda ha prometido a los funcionarios una subida fija del 5,25% en tres años, que se uniría a una parte variable, en función de la marcha de la economía.

En la parte fija, la subida se descompone en un 1,5% para 2018; un 1,75% en 2019; y un 2% en 2020. En cuanto a la parte variable, se abren dos posibles escenarios. Uno, en el caso de que la economía cumpla las previsiones de crecimiento, cuando se aprobaría una subida adicional del 0,25% en 2018; del 0,5% en 2019; y del 0,5% en 2020. Y un segundo escenario, en que el PIB supera en cuatro décimas la previsión oficial, cuando la subida sería del 0,5% en 2018; un 0,75% en 2019; y otro tanto en 2020.

Así, los salarios de los trabajadores públicos podrían crecer un máximo del 2% en 2018; un 2,5% en 2019; y un 2,75% en 2020.

Las negociaciones, que tendrán lugar a lo largo del mes de febrero, con la previsión de estar listas el 1 de marzo, se estructuran en tres ciclos, dedicados a empleo, negociación colectiva y condiciones de trabajo, y retribuciones, e incluyen otros asuntos como la eliminación de los descuentos en la nómina por baja médica.