El artículo 155

20/02/2018

Josep M. Orta.

Hay que ver lo que da de sí el artículo 155 de la Constitución, y esto que no está desarrollado. O sea que el Gobierno lo ha adaptado a sus necesidades y haciendo una interpretación más que generosa de las atribuciones que emanan del citado artículo. Además está claro que pase lo que pase en Catalunya lo seguirán manteniendo. Por otra parte los jueces no tienen ninguna prisa para resolver el recurso que tanto el Parlament como Podemos han presentado ante el Tribunal Constitucional.

Claro que a estas alturas del proceso es de suponer que todas las partes afectadas son conscientes que serán los tribunales europeos los que tengan la última palabra sobre la actuación de los diferentes actores, aunque al actual ejecutivo esto parece tenerle sin cuidado y por ello pone toda la carne en el asador para luchar contra el secesionismo catalán violando, al parecer de numerosos juristas, no pocas leyes. Pero claro las resoluciones de los tribunales europeos tardan más en resolverlo que las patatas calientes que tiene el Tribunal Constitucional español. Y si estas le son contrarias los que en aquel momento estén en el Gobierno ya las afrontarán.

Mientras Catalunya vive en un estado de excepción, gobernada desde Madrid y que toma unas decisiones que superan ampliamente las normales que ha de gestionar un gobierno provisional. Además el Parlament paralizado por que muchos de sus diputados están vetados por los jueces para asumir cargos, mientras otros ven limitada su actuación por orden judicial y aún terceros están pendientes si reciben una llamada judicial (o sea que son los jueces y no las urnas las que deciden gobiernos).

Muchos catalanes consideran que se está haciendo un “proceso a Catalunya” en la que especialmente dos partidos se enzarzan en una disputa para ver quien propone medidas más duras, ante el aplauso de la gran mayoría de los medios de comunicación que hacen un relato de lo que sucede en Catalunya en el que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. (Por cierto, cada día son más frecuentes las agresiones de grupos españolistas).

No es de extrañar que al salir de la prisión tras comunicarse con los presos políticos catalanes, el visitante aseguró que los internos le habían comentado que entendían el anticatalanismo existente en en España: “Con el relato que hacen los medios de comunicación que nos permiten ver en la cárcel, que son las cadenas de televisión, hasta yo sería anticatalán”.

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